Miedo en niños
El miedo en niños es un fenómeno evolutivo normal que cumple una función adaptativa. El miedo es una emoción que nos alerta de un peligro y nos ayuda a protegernos del mismo.
En determinados momentos de la infancia es normal tener miedos, éstos irán desapareciendo a media que el pequeño madure. Sin embargo, algunos miedos pueden persistir y/o ser demasiados intensos, en estos casos suelen impedir o dificultar el funcionamiento normal del niño.
Estos miedos son aquellos que calan en el interior de sus creencias debido a algún tipo de situación traumática o por transmisión de sus figuras cercanas. Las familias transmiten miedos a los niños y niñas, este miedo se cala en sus creencias y se desarrolla como su forma de ser. Es fundamental prestar atención a nuestros propios miedos y evitar transmitir éstos a nuestros niños y niñas.
Cómo la familia transmite miedos a los niños
Algunos miedos son instintivos, como el miedo al escuchar un ruido fuerte, el miedo a la oscuridad, a lo desconocido, etc…, estos son miedos comunes a todas las personas en algún momento de su vida. Sin embargo, hay otro tipo de miedos, no instintivos, nadie nace con miedo a los perros, a las alturas, al agua, etc… este tipo de miedo en niños es aprendido y desencadenado por dos vías o bien un acontecimiento traumático, interpretado como peligroso o bien por transmisión de las familias.
La familia transmite miedos a los niños y niñas a través de un fenómeno de aprendizaje social. Los niños y niñas aprenden más de lo que ven que de lo que les decimos, siguiendo un proceso de aprendizaje esencial para su supervivencia y para su adaptación social.
Por ejemplo, si el niño o niña observa como su padre o su madre tiene miedo a las arañas, por la reacción de éstos cada vez que ven una araña, aprende que las arañas son peligrosas y desarrollará ese miedo. Este tipo de transmisión de miedos por parte de la familia puede ir aún más allá, limitando su forma de actuar e incluso su confianza.
Cuando los progenitores temen que el pequeño haga ciertas cosas, por temor a que se haga daño o sufra, transmiten sin darse cuenta ese miedo a sus pequeños y merman así su confianza y autoestima.
Consejos para no transmitir el miedo en niños
Es fundamental conocer el proceso mediante el cual la familia transmite miedos a los niños y niñas para, de este modo, evitar y prevenir este fenómeno. Por qué educarlos sin miedos es liberarlos de los mismos, hacerles dueños de su propia vida y capaces de afrontar sus retos.
- Analiza tus propios miedos y presta atención a cómo los muestras a tus hijos e hijas.
- Procura hablar de tus miedos y enfrentarte a ellos. No se trata de decirles a los niños y niñas que no tenemos miedo de nada, pero sí de enseñarles a enfrentarse a los miedos.
- Evita expresiones demasiado exageradas de tus miedos. Los niños y niñas pueden interpretarlo como algo más grave de lo que realmente es.
- Cuando el niño tema enfrentarse a algo, escúchale y anímale a enfrentarse a ello y vencer su miedo.
- Evita sobreprotegerle y hacer las cosas por él.