El aprendizaje de una lengua extranjera es una práctica muy valiosa en el proceso educativo de los niños. El inglés, al ser la lengua comercial del mundo, representa una excelente opción para trabajar en este sentido. Uno de los temas que suele causar más dificultad de aprendizaje, son los verbos irregulares, así que aquí veremos algunas técnicas para mejorar dicho proceso.
Cuando los niños desarrollan una segunda lengua, su cerebro amplía sus capacidades para trabajar la retención, la creatividad y el interés por nuevos escenarios. El inglés, en este caso, es una de las opciones mejor valoradas en todo el mundo, porque se utiliza con frecuencia en todo tipo de situaciones.
Lograr un aprendizaje fluido de este idioma será posible gracias al uso de estos libros, en compañía de una práctica constante. Cada uno de los libros presentados está pensado para cumplir con un determinado objetivo en el camino de la lengua de Shakespeare.
La fluidez se consigue con práctica frecuente y esta práctica no tiene por qué significar invertir horas. Al contrario, con un poco de estudio cada día, de forma constante, los resultados que se pueden obtener, pueden llegar a ser verdaderamente sorprendentes. A veces, los libros vienen acompañados de audios que ayudan a fijar los conocimientos en materia escrita y también auditiva.
En el caso de los niños, es muy importante que el aprendizaje del inglés se vea complementado con una serie de imágenes y actividades divertidas, que atrapen su atención y les motive a inmiscuirse en el estudio y lograr sus propios resultados.
Ahora bien, en lo que tiene que ver con el aprendizaje de los verbos irregulares, son muchas las cosas que se pueden decir, ya que no resultan muy fáciles de asimilar. Por eso, a continuación se plantean algunas estrategias que pueden ser muy útiles en torno a este tema.
Con un árbol de verbos
Esta es una técnica que ayuda a los niños a visualizar con mayor facilidad la estructura de los verbos, y a compararlos, unos con otros. La idea es buscar similitudes entre los verbos irregulares. Por ejemplo, un grupo con los verbos cuyo pasado y participio sean iguales, y por otro lado, otro grupo que sean los verbos que rimen entre sí.
La idea es que el árbol se divida en secciones bien diferenciadas, a través de las ramas, y desde cada rama principal, ir sacando ramas secundarias que serían los verbos específicos. Es importante no sobrecargar de información, por lo que cada grupo deberá contar solo con los verbos más habituales.
Memoria de verbos irregulares
Es una técnica que ayuda mucho a los niños, porque les facilita crear relaciones, divertirse jugando y también asociar los nombres de los verbos con la acción que suponen. Para aplicar esta estrategia, hay que crear varias tarjetas de un mismo tamaño, e ir organizando las parejas con los verbos que se vayan a trabajar.
En una primera instancia se puede trabajar con aquellos verbos irregulares cuyo pasado y participio sean idénticos, lo que representaría una tarjeta. La otra tarjeta, que sería su par, tendría como información el verbo en infinitivo. Puede ser buena idea añadir una imagen que indique cuál es la traducción del verbo, para que creen asociaciones favorables.
Si los niños están más avanzados, se pueden realizar 3 familias de tarjetas con los verbos irregulares, que tienen pasado y participio diferentes, así el niño en lugar de conseguir la pareja de una carta, tendrá que conseguir las dos tarjetas que formen dicha familia. Tal como en el caso anterior, hay que trabajar con los verbos más habituales y después ir ampliando la cantidad.
Utilizar los verbos en las conversaciones diarias
Esta es una estrategia muy positiva para ayudar a que los niños se familiaricen con los verbos y demás palabras en inglés dentro de su vida cotidiana. La idea es hablarles con normalidad, pero cambiando eventualmente el idioma en que se dice el verbo, para que lo escuchen y lo mantengan vigente en su memoria.
Para que esto se pueda lograr de forma natural, es necesario incorporar los verbos progresivamente, según el dominio que el adulto tenga de ellos. Puede ser un buen plan para que, además de la forma de escritura, también se ajusten a la manera de pronunciarse y el dominio sea mayor.
Con sopas de letras
Si los niños son más grandes y ya saben resolver sopas de letras y juegos similares, puede ser una buena estrategia para asegurar que reconocen la forma de componer los verbos irregulares. Para ejecutarlo en casa, solo hace falta crear una lista con los verbos en infinitivo, a los que tendrán que buscar el pasado y participio en la sopa de letras.
Después, en una hoja en blanco, se empiezan a introducir las respuestas de la sopa de letras, de una manera que sea conveniente para que se distribuyan bien: horizontales, verticales e inclinadas. Al finalizar esta parte, se deben rellenar los huecos con letras del abecedario y listo.
Vídeos animados
Los niños son muy visuales, por lo que hacer uso de herramientas que les llamen la atención y despierten sus sentidos, es fundamental. Los vídeos son, en la actualidad, una de las formas más fáciles y entretenidas que existen para aprender cualquier cosa y no hace falta ni siquiera pagar por ellos, ya que en plataformas como YouTube, hay muchos disponibles gratis.
Lo que sí hace falta, es revisar con detalle el contenido que se plantea en cada uno de ellos, para asegurar que el aprendizaje sea progresivo, esté sujeto a la edad del niño y la metodología sea apropiada, para que se pueda lograr un avance significativo. De cualquier manera, es probable que para lograr captar la totalidad del contenido, haga falta que vean cada vídeo varias veces.
Motivar a que los niños inicien desde temprana edad el aprendizaje de la lengua inglesa es una práctica que puede traer muchos beneficios a su desarrollo y vida futura. Por supuesto, es una tarea en la que hay que esforzarse, para que ellos puedan dominar verdaderamente todo el contenido, y los verbos irregulares suelen ser uno de los aspectos más complejos en todo este proceso.