El éxito parte de la motivación interior que impulsa a cada uno a hacer lo que hace.
La motivación forma parte de las personas, dirige su conducta. Por eso decir que un niño no está motivado es un error. Todas las conductas, están motivadas, dirigidas por algún motivo o interés. No es que los pequeños no estén motivados, sí que lo están, pero su motivación dirige su conducta hacia metas que no son las deseadas.
Las personas tienen una curiosidad innata que les impulsa al aprendizaje, a explorar y a conocer cosas nuevas. Entonces ¿por qué muchos niños no se motivan con el estudio?
En este sentido es fundamental que como padres y educadores motivemos la actuación del niño hacía lo deseado. De forma que su conducta les dirija a la consecución de sus metas académicas, personales, sociales, etc. Y con ello a su desarrollo sano y feliz y a su felicidad personal.
Índice de contenido
¿Qué es la motivación?
Es el interés que los niños y niñas tienen por aprender, tanto por su propio aprendizaje como por los caminos que les llevan a este aprendizaje. El interés de los pequeños se puede adquirir, mantener o aumentar.
Debemos hacer que los niños y niñas se motiven hacía su aprendizaje. Nuestra labor con nuestros pequeños es despertar su interés hacia el proceso mismo y hacía los caminos que les llevan a aprender.
¿Cómo motivar a un niño?
Para motivar a los estudiantes debemos
- Provocar el interés por el propio aprendizaje.
- Dirigir y mantener ese interés, para que se traduzca en esfuerzo personal por la consecución de la meta.
- Lograr con esto la construcción de los aprendizajes y las consiguientes metas académicas.
10 Pautas para motivar a los niños. Motivación escolar
- Haz que el niño se divierta. Divertirse no quita valor a lo aprendido, hace que se disfrute de ello. Utiliza el valor de la risa, todas las personas cuando se aburren desconectan, si se divierten conectan y despiertan su interés.
- Provoca curiosidad y misterio, capta su atención y su interés. Simplifica lo que tiene que aprender.
- Conoce a quién educas y dale lo que necesita: habla su lenguaje, utiliza ejemplos que le interesen, hazle preguntas, etc.
- Fomenta la variedad y el juego. Los niños aprenden jugando, una actividad puede resultar atractiva, pero si no varía acaba aburriendo.
- Favorece el movimiento, la acción. La naturaleza de los niños le lleva a moverse, a explorar, a estar activo, que aprendan mientras actúen.
- Hazle partícipe del proceso, que descubra el mismo lo que tiene que aprender, que creé el aprendizaje.
- Mantén la motivación hasta el final del proceso de aprendizaje. Si tiene éxito y conseguimos motivar al pequeño por su aprendizaje, conseguiremos que esto sirva de motivación para aprendizajes futuros
- Presta atención a la Individualización y adecúa la enseñanza a las peculiaridades de cada alumno. Cada persona es única, por lo tanto los motivos que les pueden llevar a poner interés en sus tareas son diversos y diferentes para cada uno. Incluso son diferentes para cada persona en distintos momentos.
- Empieza creando interés por la actividad. En un principio es más importante crear interés por la actividad que por el mensaje
- Aporta a los niños y niñas aprendizajes significativos, que tengan sentido y significado. De esta forma hacemos que se interesen por ellos.
Formación y motivación, lo que los padres buscan en los profesores de sus hijos
El personal docente puede reunir muchas cualidades, pero estas dos son indispensables.
Cuando un profesor enseña, tiene que transmitir conocimientos de forma natural, saber y dominar la materia que trata y, por supuesto, conseguir que todos los que le oyen presten atención. Es un trabajo difícil, que requiere la cooperación de ambas partes, con un equilibrio necesario para que las clases fluyan con naturalidad y consigan su cometido.
Para conseguir esto, el personal docente debe reunir ciertas cualidades y tener ciertas aptitudes que se consideran esenciales, y que puedes leer aquí. Pero son dos las que los padres prefieren ver en los profesores y las que más determinantes consideran a la hora de confiar en ellos: contar con una buena formación y dar motivación a los alumnos.
Algo que conecta con lo que explicábamos al comienzo, pero que se encarga de ser el motor esencial para que el proceso educativo funcione como es debido. No es necesario que un profesor presuma de conocimientos, lo único que debe hacer es contar con la preparación suficiente para dominarlos y saber cómo transmitirlos. De hecho ese cómo es sumamente importante, ya que de nada sirve saber sin ser capaz de enseñar, sobre todo en este terreno tan complicado.
Por otra parte, la motivación es algo tanto propio como compartido. Es lo primero en tanto a que se necesita a un profesorado motivado y al que le guste ejercer, y es compartido en tanto a que se debe ser capaz de disparar la atención del alumnado. Despertar el interés de quienes atienden, captar sus miradas y hacer que se centren en lo que se explica no es algo sencillo; pero los buenos profesores conocen los métodos y saben hacer que el temario más tedioso se traduzca en unas clases interesantes.
Hay muchas metodologías, sobre todo algunas que merecen ser renovadas en los tiempos en los que vivimos, pero los padres saben que aquellos docentes que poseen estas dos aptitudes y cualidades son los que pueden sacar mejor provecho de cada lección, y lo que es mejor, hacer que sus hijos puedan absorber los conocimientos con mayor facilidad.
No todo el mundo está igualmente capacitado para la docencia, y mucho menos para mantener ese equilibrio tan importante en cuanto a la transmisión de conocimientos y la generación de interés en los alumnos. Por eso cada vez se tiene más en cuenta a esas personas capaces de conseguirlo.
sin duda la educacion de nuestras niñas y niños es lo mas importante y agradezco mucho que haya alguien como usted que nos oriente en este dificil pero bello arte