El enfado es una de las emociones básicas, es una emoción normal y natural en las personas, que nos aporta información sobre la situación y sobre nosotros mismos. No es malo enfadarse, pero si puede ser malo la forma en que demostramos ese enfado. Los niños suelen enfadarse cuando las cosas no son como quieren o como esperaban, en esos momentos sienten una frustración que no toleran y que a menudo se convierte en un enfado sin límites.
Cuando un niño se enfada, suele suponer un auténtico reto para las familias que no saben cómo controlar ese enfado, no tienen recursos para ello. Es muy importante conocer algunos trucos para enseñar a los niños a controlar el enfado, antes de que esta emoción les controle a ellos y se adueñe del clima y funcionamiento familiar.
El enfado en los niños
Nos aporta información sobre una situación que no nos gusta, que nos molesta, por lo tanto el enfado cumple una función importe y nos aporta información sobre nosotros mismos, además nos permite salir de situaciones que no nos gusta o expresar ese desagrado. Al igual que las demás emociones cumple una función adaptativa muy importante para la supervivencia, pero ocurre también al igual que en las demás emociones,que puede convertirse en desadaptativo cuando se generaliza, se intensifica o nos domina.
En el caso de los niños, las emociones tienen un papel muy importante en su comportamiento y pensamiento.
- Los niños aún no han alcanzado el desarrollo cognitivo que les permite un pensamiento más racional.
- Además tampoco tienen estrategias que les permitan controlar sus emociones.
- Los niños son fundamentalmente emocionales. Viven las emociones de manera más intensa, interaccionan con el mundo a través de las emociones por eso debemos prestar atención a sus estados emocionales.
- En los niños aparece cuando no se cumplen sus expectativas, y puede llegar a dominarles dando lugar a reacciones fuera de control que pueden causar daños en ellos mismos y en los demás.
» La llama del enfado» Juego educativo para enseñar a los niños y niñas a controlar sus enfados.
¿Por qué debemos enseñar a los niños a controlar su enfado?
El enfado es una emoción que puede convertirse en ira o en odio y que nos puede llevar a conductas destructivas. El enfado es algo normal, pero un enfado muy intenso y fuera de control puede ser muy dañino y tener graves consecuencias. Lo mismo ocurre cuando los enfados se generalizan a situaciones irrelevantes.
Es muy importante enseñar a los niños estrategias para controlarlo, de este modo podrán dominar situaciones y responder de una manera adecuada.
Trucos para enseñar a los niños a controlar su enfado.
- Cuando el niño se enfade debemos tratar el enfado con comprensión y de manera natural. Mostrando comprensión y aceptación hacía su estado emocional.
- Nunca digas al niño que “no se enfade”. Deja que experimente sus emociones sin suprimirlas. En su lugar trata de ayudarle a comprender sus emociones, para ello ponle nombre y explicación, por ejemplo: “Parece que estas enfadado, es normal que este enfadado porque….”
- Déjale su tiempo para que se relaje y se le pase. Puedes decirle: “Cuando estés más relajado hablamos…”
- Procura que hable sobre su emoción o que la exprese de un modo constructivo, que escriba, dibuje, etc. puedes usar muñecos, etc.
- Explícale que es normal sentirse enfadado y que cuando uno se enfada a veces puede perder el control, pero que hay otra maneras más adecuadas de mostrar el enfado. Para ello puedes usar ejemplos de casos reales, escenificaciones con muñecos, rolle playing, series de la TV, etc.
- Practica con el niño diferentes reacciones ante el enfado.
- Enséñale técnicas para relajarse antes de hablar o actuar, que le ayuden a auto controlarse: respiración, contar hasta 10, tiempo fuera, visualizaciones, música, deporte, etc.
- Educa con tu ejemplo, presta atención a lo que haces cuando te enfadas, y recuerda que tu conducta es un modelo para los niños.
Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga