Los niños que durante la primera infancia, son privados de experiencias afectivas con sus cuidadores primarios pueden desarrollar lo que se conoce como trastorno reactivo de vinculación. Este trastorno afecta directamente a la vida afectiva del niño y a su manera de desarrollar vínculos y de relacionarse con los demás.
Qué es el trastorno reactivo de vinculación
El trastorno reactivo de vinculación, también conocido como trastorno de vinculación reactiva de la lactancia o primera infancia, se manifiesta cuando el niño es incapaz de formar una relación normal o amorosa con otras personas. Parece que el niño es incapaz de desarrollar vínculos afectivos sanos con otras personas.
El trastorno, aparece cuando hay una carencia afectiva y no se han formado vínculos emocionales con las figuras de apego durante los primeros momentos de vida. O cuando estos han sido rotos de manera traumática. El niño vive entonces, una situación de abandono emocional que tiene un fuerte impacto psicológico en él y le lleva a desarrollar el trastorno.
¿Cuál es la causa del trastorno reactivo de vinculación?
La causa del trastorno se sitúa en la ruptura traumática del lazo afectivo niño-cuidador primario o cuando no se ha podido formar ese lazo desde las edades tempranas. Esta ruptura tiene lugar por diversas razones, no es necesario que se produzca la vivencia de grandes traumas, diversas situaciones pueden interferir en el tiempo necesario para la calidad del lazo afectivo. Algunas de las situaciones que pueden causar el trastorno son:
- La vivencia de maltrato por parte del niño, conlleva inevitablemente la experiencia traumática afectiva en relación a las figuras de apego e impide la creación del vínculo.
- Descuido de necesidades del bebé en relación a los lazos emocionales, alimento, seguridad y contacto. El descuido puede suceder por que el cuidador padezca alguna enfermedad o discapacidad, no disponga de destrezas para la crianza, sea demasiado joven, o también cuando hay cambios frecuentes de cuidadores.
- Largas horas de trabajo que impiden crear el vínculo de apego. Es una manera de descuidar las necesidades, al menos las emocionales.
- Separaciones y divorcios. A veces, al producirse una ruptura familiar, se produce una ruptura traumática del vínculo que el niño tenía con alguno de los dos progenitores.
Síntomas del trastorno reactivo de vinculación.
Los síntomas pueden variar mucho de un niño a otro, los más comunes son:
- Retraimiento extremo. Se aleja de las personas, no le interesa el contacto con los demás y tienen muchas dificultades para crear vínculos.
- Conductas disruptivas. A veces parece que buscan que les riñan para reafirmar la presencia física de los progenitores.
- Además suelen poner a prueba el cariño de sus progenitores y de otras personas constantemente.
- Somatizaciones frecuentes que aparecen como llamadas de atención, etc.
Como tratar al niño con el trastorno reactivo de vinculación
- En primer lugar es esencial prevenir la aparición del trastorno evitando las situaciones que pueden precipitar su ocurrencia. Es necesario ofrecer al niño vivencias que promuevan la creación del vínculo afectivo.
- Si el niño padece el trastorno, porque ha vivido alguna situación que ha hecho que se rompa el vínculo, debemos procurar una reconstrucción del mismo. Para lo cual es necesario tener mucha paciencia, ofrecer mucho afecto de manera incondicional, actuar como modelo, etc.
© 2018 Trastorno reactivo de vinculación Celia Rodríguez Ruiz Psicóloga y Pedagoga
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