Como todos sabemos los bebés necesitan de los adultos para cubrir sus necesidades básicas: alimentación, agua, limpieza, afecto, etc… lo complicado, para los padres, es saber cuándo ofrecer cada una de las atenciones necesarias en nuestro bebé. En numerosas ocasiones intentamos dormir al bebé y no lo logramos, queremos que coma y tampoco lo conseguimos, en cambio se duerme cuando menos lo esperamos o se levanta por la noche pidiendo comida. Esta situación puede ser un auténtico caos para toda la familia, pero podemos resolver el caos estableciendo rutinas en el bebé.
En este artículo trataremos de explicar la importancia de las rutinas en nuestro bebé, los beneficios que se obtienen de estas rutinas y consejos para establecer rutinas en el bebé en 3 meses, 4 meses, etc
La importancia de las rutinas en el bebé
Las rutinas son muy importantes para los bebés ya que permiten organizar su día a día y hacen posible el establecimiento de hábitos fisiológicos naturales.
Todas las personas seguimos rutinas que regulan nuestro funcionamiento, por ejemplo, si siempre nos levantamos a una hora, nuestro cuerpo adquiere ese hábito y se despierta sin necesidad de despertador, cuando comemos a una hora determinada nuestro cuerpo empieza a tener hambre cuando se acerca esa hora, etc. Las rutinas hacen que nuestro cuerpo funcione regular y siga unos hábitos.
Con los bebés ocurre lo mismo, si seguimos unas rutinas podemos promover la adquisición de hábitos que regulen el funcionamiento fisiológico y nos ayuden a organizarnos. De este modo podemos ayudar al bebé a dormir cuando tiene que dormir y comer cuando tiene que comer. Para el bebé también es positivo porque le aporta seguridad y confianza, de algún modo sus necesidades están cubiertas siguiendo una rutina y no aparece la incertidumbre de desconocer cuándo ocurrirá.
¿Por qué puede ser complicado compaginar nuestra vida con las rutinas del bebé?
Los bebés llevan unos horarios muy marcados, unas rutinas muy establecidas que han de seguirse para mantener unos hábitos saludables y no descuadrar los horarios y ritmos naturales del bebé. Es por ello que establecer horarios de comidas, de sueño y de baños resulta algo esencial.
El problema ocurre cuando tenemos que compaginar estas rutinas con nuestro día a día, sobre todo cuando estamos acostumbrados a una vida activa e independiente. En muchas ocasiones el tener que quedarnos en casa, atrapados con las rutinas del bebé, puede ser muy complicado para muchos papás y mamás, y convertirse en una fuente de estrés e incluso de malestar. A veces nuestras rutinas, nuestro movimiento y el percibir que podemos ocuparnos de ciertas cosas porque no tenemos otras obligaciones que atender, es un gran alivio, e incluso, es algo que nos permite momentos de distensión y disfrute.
Algunas familias cambian radicalmente sus rutinas con la llegada del bebé, pretendiendo adaptarse así a las rutinas que éste necesita. Abandonan sus salidas, sus amistades y actividades de las que antes disfrutaban de manera radical. Esta situación, suele generar malestar, por un lado se interpreta el cuidado del bebé como una carga y por otro lado se abandonan momentos de distención necesarios para el bienestar.
Es cierto que el bebé necesita atenciones y seguir unas rutinas, y es cierto que tendremos que hacer algunos cambios en nuestras vidas, pero es posible compaginar nuestras vidas con atender a nuestro bebé.
Consejos para compaginar las rutinas de los bebés con nuestro día a día
- En primer lugar debes tener en cuenta que cuidar al bebé y seguir sus rutinas no es incompatible con seguir vuestra vida familiar y llevar a cabo vuestras rutinas.
- El bebé necesita horarios, pero no necesita estar todo el día metido en casa. El bebé puede compartir tus rutinas. Prepara el carrito, algunos juguetes. lo que necesites para cambiarle y darle de comer.
- Cambia las reuniones con tus amigos en los bares y horarios nocturnos, por reuniones en casas, con horarios adaptados a las rutinas del bebé.
- Si tienes que hacer compras o recados puedes ir con tu bebé.
- Los planes en pareja también pueden compartirse con el bebé. Tendréis que cambiar algunas cosas, como por ejemplo en lugar de ir a un cine, ir de visita a alguna ciudad, pero no muchas más cosas. Podéis ir de viaje todos juntos, e incluso ir a comer o cenar. Si aprovecháis la hora de la siesta del bebé, él puede dormir en su carrito, mientras disfrutáis de la comida.
- Si desde un primer momento acostumbráis al bebé a vuestras rutinas, se adaptará fácilmente a ellas. Las nuevas situaciones o lugares no serán un problema para él.
- Puede ser que el bebé este malito, o tenga un día complicado. En esos días lo conveniente puede ser quedarse en casa y adaptarnos nosotros a las necesidades del bebé.
Beneficios de establecer rutinas para el bebé
- Nos ayuda a organizarnos. La vida familiar cuando tenemos un bebé puede ser agotadora y un auténtico caos. Establecer unas rutinas en el bebé tiene sus beneficios no solo para él, también para nosotros ya que nos permite organizarnos.
- Reduce el estrés. Si estamos organizados y tenemos una rutina, el nivel de estrés se reduce, tenemos la sensación de control y eso también es bueno para el bebé.
- Aporta seguridad al bebé y contribuye a crear un apego seguro. Cuando el bebé sigue una rutina, las necesidades son cubiertas a medida que éstas aparecen, si siempre le damos de comer a la misma hora, tendrá hambre a esa hora pero apenas note la sensación será cubierta la necesidad. Al contrario cuando no tenemos rutinas el hambre aparece en cualquier momento, el bebé llora, no sabemos lo que quiere y la necesidad puede tardar en cubrirse. Las rutinas permiten esta cobertura de necesidades y, por lo tanto contribuye a dar seguridad al bebé y a crear patrones de apego seguros.
Consejos para establecer rutinas en nuestro bebé
Mantener las rutinas del bebé es más sencillo de lo que parece, con un poco de organización y manteniendo los horarios lo podemos lograr.
- Empieza desde el primer momento, aunque sea pequeño podemos ir creando rutinas y hábitos que no solo le sirven al bebé sino también a los adultos.
- Recuerda mantener cierta flexibilidad con las rutinas, sobre todo al principio, mientras se estén instaurando los hábitos. Se trata de mantener la rutina pero podemos darnos un margen, por ejemplo para los horarios nos ponemos media hora de margen.
- Establece un horario y unas rutinas que se adapten a la familia y el bebé, es importante cumplir la rutina (aunque mantengamos cierta flexibilidad), para ello debemos tener en cuenta cosas como nuestros horarios, los horarios de los hermanos del bebé, y las rutinas naturales del bebé y hacer un horario de rutinas que nos sea fácil de cumplir.
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