Muchos niños y niñas sufren de onicofagia. La onicofagia es el hábito de comerse las uñas, se trata de un hábito nervioso muy común que puede tener consecuencias negativas y puede extenderse hasta la edad adulta. Es importante prevenir y evitar este hábito.
¿Qué es la onicofagia?
Algunos niños y niñas tienen la costumbre de comerse las uñas. A menudo les vemos morderse las uñas, parece que no puedan evitarlo. A pesar de los intentos por evitarlo, parece que siempre vuelven al hábito de morder las uñas. El resultado son unas uñas desiguales, que apenas cubren el dedo, heridas en las zonas de las uñas, y en ocasiones problemas bucodentales. Ese hábito de comerse las uñas es conocido como onicofagia. La onicofagia es el hábito de morderse las uñas. No se trata de ninguna enfermedad, es un hábito nervioso muy común pero que puede resultar complicado de remitir.
¿Por qué algunos niños y niñas se muerden las uñas?
Es importante conocer las razones de este hábito para poder entenderlo y ayudar a los niños y niñas para que dejen de morderse las uñas.
La mayoría de los niños se muerden las uñas en algún momento, pero suelen dejar de hacerlo de manera natural. En estos casos puede ser entendido como parte natural del desarrollo, el niño se muerde las uñas como una extensión de la conducta de chuparse el dedo. Si pasada cierta edad sigue mordiéndose las uñas y este hábito es demasiado intenso con claras consecuencias, podemos estar ante la existencia de un conflicto emocional subyacente que puede dar lugar al hábito.
El hábito de morderse las uñas es un acto que se hace de manera inconsciente y que suele producirse cuando el niño se siente nervioso, inseguro o tiene miedo. En algún momento, ante ciertas emociones negativas ha desarrollado el hábito de morderse las uñas. Y el hecho de hacerlo le aporta una aparente y ficticia seguridad, tranquilidad, etc. y no puede evitar de hacerlo en ciertas situaciones.
¿Cuáles son las consecuencias de morderse las uñas?
Morderse las uñas es un hábito del que podemos creer que no tiene graves consecuencias negativas, aparte de que esta feo o de que estéticamente las uñas aparecen estropeadas, pero tiene consecuencias que van más allá:
- Consecuencias Físicas. Pueden aparecer diferentes consecuencias físicas, desde la uña estropeada, dedos deformados, problemas bucodentales, hasta infecciones y heridas en los dedos.
- Consecuencias emocionales. Entre estas consecuencias puede aparecer una baja autoestima, una estrategia de evitación que se generaliza impidiendo afrontar la situación o desarrollar otras estrategias más adaptativas.
¿Cómo podemos ayudarles a que dejen de morderse las uñas?
- Analiza las situaciones en las que se muerde las uñas y cuando lo hace con mayor frecuencia. Saber qué tipo de situaciones, emociones o estados emocionales acompañan a esta conducta puede ser una valiosa información que nos permita ayudarles a desarrollar estrategias de afrontamiento más adaptativas.
- Intenta motivarle para que cambie ese hábito. Para ello establece un plan de premios que refuercen cuando no haga la conducta. Se trata de poner límites asequibles y poco a poco ir eliminando el hábito.
- Enséñale a hacer una conducta incompatible con el hábito de morderse las uñas. Por ejemplo comer un chicle, usar las manos para algo, etc.
- Desarrolla técnicas de relajación que le ayuden a relajarse ante situaciones que puedan generar estrés.
- Trata el problema con naturalidad y no generes tensiones. En su lugar explica la importancia de tener las uñas bien cuidadas y los posibles inconvenientes.
- Si lo ves necesario consulta con un especialista.
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Mi hijo no se las muerde, se las arranca. Qué puede ocurrirle?