El mito de Hércules y los doce trabajos

el mito de Hércules

La leyenda o mito de Hércules ha perdurado por miles de años, en base a sus grandes hazañas, entre las cuales se destacan las que conocemos como los 12 trabajos de Hércules.

El mito de Hércules y los doce trabajos es un clásico, en donde este formidable personaje debe enfrentar duras pruebas con mucho temple, logrando superar cada una de ellas para poder purificar sus pecados y obtener la vida eterna.

Escultura de Hércules

“Escultura de Hércules sometiendo al toro de Creta, castillo de Schwerin, Alemania”


¿Quién era Hércules?

Hércules cuyo nombre original era Heracles que quiere decir “la gloria de Hera” en griego y en donde es preciso recalcar, que esta diosa lo odió de tal manera, que por su causa tuvo de correr muchos peligros.

Él es uno de los más famosos héroes de la mitología clásica y es hijo de Zeus y de una mortal llamada Aicmena.

Su madre era esposa de guerrero de nombre Anfitrión y Zeus se hizo pasar por él para poder yacer con ella y al Anfitrión también hacerlo, nacieron unos mellizos. Uno de los mellizos resulto ser hijo de Zeus y el otro de Anfitrión, los cuales llevaron por nombres Hércules e Ificles.

Por la genealogía de Hércules era bisnieto de Perseo y su padre Zeus juró que iba a ser un gran rey, pero la diosa Hera quien fue su esposa, al descubrir la infidelidad de Zeus con Aicmena se sintió tan ofendida que desde entonces hizo todo lo posible para hacerle daño al pequeño Hércules.

Zeus y Hércules

“Zeus y Hércules película de Disney”

El mito de la fuerza de Hércules

Según cuenta el mito de Hércules, él tuvo una enorme fuerza desde muy pequeño y en una oportunidad aun siendo un bebé, la diosa Hera mandó a que lo atacaran dos serpientes y él las mató con sus propias manos.

Cuando ya era más grande, su padrastro lo envió a vivir al campo porque en un arranque de ira mató a su maestro de música llamado Lino quien era hermano de Orfeo, ya que temía de Hércules por sus problemas de autocontrol. Ya radicado en los campos de Tesalia, Hércules aprendió a manejar el arco y la flecha con gran destreza, de la mano del rey Eurito de Ecalia.

Las hazañas de Hércules comenzaron a ser muy conocidas y el rey Creonte le pidió ayuda porque los minianos exigían al reino de Tebas un tributo muy alto. Entonces en el camino a Tebas, Hércules encontró a los embajadores de Minyan y les cortó la nariz y las orejas y los obligó a usar sus pedazos como collares y los envió de regreso como escarmiento.

Al ver esto, los minianos se enfurecieron y enviaron una gran fuerza militar para atacar a Tebas, pero Hércules los derrotó y nunca más tuvieron que pagar el tributo. Por esta gran batalla, el rey Creonte recompensó a Hércules dándole la mano de su hija Megara, con quien se casó y tuvo dos hijos.

Hércules y el Oráculo de Delfos

La diosa Hera odiaba a Hércules y aborrecía que fuera feliz e hizo que tuviera un ataque de locura, en donde le dio muerte a su esposa y a todos sus hijos.

Cuando Hércules recobro la cordura sintió un dolor y una vergüenza muy profunda y decidió apartarse de todo, e irse a vivir a tierras salvajes.

Pasado algún tiempo, Ificles lo buscó y le aconsejo que consultara con el Oráculo de Delfos para que por medio de alguna penitencia, pudiera expiar sus pecados.

Hércules y el can cerbero

“Escultura de Hércules y el can cerbero”


El mito de los 12 trabajos de Hércules

De esta manera, Hércules acudió ante el Oráculo y este le ordenó que se pusiera al servicio del rey Euristeo de Micenas y que cumpliera con todos sus encargos para que pagara por su crimen.

Como Euristeo sabía que Hércules podía llevar a cabo labores increíbles, le impuso 12 tareas que parecían imposibles y que solo un ser sobrenatural podría realizar.

El primer trabajo de Hércules: El león de Nemea

La leyenda de Hércules cuenta que el primer trabajo que le asigno el rey Euristeo, fue conseguir la piel del león de Nemea, que era una bestia que aterrorizaba a una región llamada la Argólida, localizada en el Peloponeso.

Esta mítica bestia tenía un pelaje dorado impenetrable y por su ferocidad era muy temida, porque había devorado a muchos guerreros.

Al llegar a la Argólida, Hércules le disparó todas las flechas que tenía, pero este esfuerzo fue inútil, ya que el león de Nemea era invulnerable a estas armas y decidió enfrentarse a él con su maza. Le dio un fuerte golpe y la maza se partió en dos y entonces Hércules al ver que estaba herido peleó cuerpo a cuerpo hasta que lo estrangulo con sus propias manos.

Cuando esta bestia murió, Hércules la desolló utilizando una garra del propio león para poder arrancarle la piel y cubrirse con ella utilizándola a modo de coraza.

El segundo trabajo de Hércules: Matar a la hidra de Lerna

El rey Eristeo sabía que en la laguna de Lerna habitaba una serpiente de agua gigantesca con nueve cabezas y que si se le llegaba a cortar alguna, en su lugar le crecían otras dos más de forma inmediata y que además, tenía un aliento venenoso.

Por lo tanto, le encargó a Hércules como segundo trabajo matar a la hidra de Lerna, pensando que no lo lograría.

Para este trabajo, Hércules le pidió a su sobrino Yolao que lo ayudara y que mientras él le iba cortando las cabezas a la hidra, Yolao cauterizara las heridas para que no volvieran a nacer las cabezas.

De esta manera, Hércules y Yolao comenzaron a atacar a Hidra y cuando sólo le quedaba una cabeza, mojó sus flechas con la sangre venenosa de la serpiente, le disparo y le acertó un flechazo mortal, logrando derrotarla.

Así fue que los restos de la infame bestia ascendieron al firmamento y formaron una nueva constelación.

Constelación de Hidra

“Constelación de Hidra”

El tercer trabajo de Hércules: Capturar a la cierva del monte Cerineo

El tercer trabajo que le encargó el rey Euristeo a Hércules, fue que le llevara viva a la cierva que habitaba en el monte Cerineo.

La cierva del monte Cerineo era un animal sagrado consagrado a la Diosa Artemisa a quien también se le conoce como Selene y que era tan ágil, que incluso ni la propia Artemisa podía atraparla.

Esta cierva era muy hermosa y tenía pezuñas de bronce, astas de oro y era tan veloz que nadie había podido cazarla.

Para poder culminar esta tercera tarea, Hércules debía llevarla viva ante Euristeo, así que usando toda su inteligencia, perseverancia y paciencia, la persiguió durante todo un año hasta llegar al país de los Hiperbóreos.

La cierva estaba tan cansada, que al cruzar el río Ladón se detuvo a beber agua y Hércules aprovechó la oportunidad para atraparla sin que pusiera resistencia.

El cuarto trabajo de Hércules: Capturar al jabalí de Erimanto

El jabalí de Erimanto era un animal salvaje de gran tamaño y de una capacidad destructiva enorme, que en sus carreras causaba estragos en los campos de toda Grecia y perseguía a los animales matando a sus crías.

De esta manera, Euristeo mandó a Hércules a atrapar al jabalí, pero con la condición que también lo llevara vivo.

Capturar a este gigantesco animal no era una tarea fácil para Hércules, pero el centauro Quirón quien entrenó a Aquiles, le dio algunas sugerencias.

Hércules tuvo que perseguir al jabalí durante muchas horas, hasta que logró acorralarlo en un desfiladero sin salida donde saltó sobre su lomo y lo ató con cadenas, logrando culminar exitosamente esta tarea.

El quinto trabajo de Hércules: Acabar con las aves de la laguna Estinfalia

Euristeo ya se encontraba molesto y angustiado porque Hércules no había cedido ante ninguna de las pruebas anteriores y él le temía porque creía que podía apoderarse de su reino; por lo que le ordenó realizar otro trabajo imposible, que se trataba de exterminar a los pájaros de la laguna Estinfalia.

Según la mitología griega, las aves de la laguna Estínfalia tenían picos, alas y garras de bronce, se alimentaban de carne, por lo que solían atacar al ganado o a las personas de los pueblos cercanos; además, sus excrementos eran tan venenosos que arruinaban los cultivos.

Esta tarea en particular era muy difícil de completar para Hércules, ya que las aves eran demasiadas para sus flechas y su fuerza no le servía de nada.

Entonces Atenea apareció ante Hércules y le dio un cascabel de bronce, el cual debía tocar desde una colina elevada para que las aves se asustaran y pudiera derribarlas con las flechas.

Algunas pocas lograron escapar hacia la isla de Ares, en el Mar Negro y nunca más se las volvió a ver en la laguna Estínfalia.

pájaros del Estínfalo

“Hércules contra los pájaros del Estínfalo de Alberto Durero”

El sexto trabajo de Hércules: Limpiar los establos de Augias

Para el sexto trabajo, Hércules no tuvo que enfrentarse a ningún ser extraordinario, ya que el rey de Misenas le encargó limpiar los establos de Augias.

Los establos de Augias pertenecían al rey de la Elide, los cuales albergaban una gran cantidad de bueyes, cabras, cerdos y otros animales y estos establos tenían más de treinta años sin que se asearan, lo que causaba olores nauseabundos que llegaban hasta las aldeas distantes.

Para poder realizar este trabajo, Hércules utilizó toda su fuerza y cambió el curso del río Alfeo para que el agua corriera a través de los establos y de esta manera quedaron limpios.

El séptimo trabajo de Hércules: Capturar al toro de Creta

El rey Euristeo al ver que Hércules seguía logrando cada tarea que se le asignaba, decidió hacerlo cada vez más difícil y en esta oportunidad, lo envió más allá del Peloponeso a buscar al toro de Creta.

El toro de Creta era un animal descomunal que tenía aterrorizada a la población del que también se conoce el mito de Teseo y el Minotauro y Hércules debía capturarlo y llevarlo vivo ante Euristeo.

Hércules se puso en camino en barco hacia Creta, donde consiguió doblegar al fiero animal y lo trasladó hasta Tirinto, donde lo llevó ante Euristeo.

El octavo trabajo de Hércules: llevar las yeguas de Diomedes hasta Tirinto

El octavo trabajo que se le encomendó a Hércules fue llevar desde Tracia hasta Tirinto las yeguas de Diomedes. Estas equinas se caracterizaban por ser muy salvajes, ya que Diomedes quien era su amo las alimentaba con carne humana.

Hércules supo que Diomedes era el rey de Tracia y que había criado a cuatro yeguas comiendo la carne de sus invitados, por lo que al derrotarlo en combate se le ocurrió lanzarlo a sus propias yeguas para que lo devoraran.

Como Hércules era muy astuto, aprovechó este momento para atar sus bocas y las domó sin peligro, pudiendo llevarlas hasta la corte de Euristeo.

El noveno trabajo de Hércules: El cinturón de Hipólita

Esta nueva tarea era aún más difícil, ya que ahora tenía que ir al reino de las amazonas y conseguir el cinturón de su reina.

Hércules debía obtener a toda costa el cinturón de Hipólita, así que las amazonas se enfrentaron contra Hércules en una sangrienta batalla en donde pudo conseguir la victoria a costa de muchas vidas y hasta con la de la misma Hipólita.

amazonas

“Hércules luchando contra las amazonas”

El décimo trabajo de Hércules: Los toros rojos de Gerión

El décimo trabajo que encontramos en el mito de Hércules fue llevarle a Euristeo los toros rojos de Gerión, que era un gran rebaño que se encontraba en una isla muy remota en los confines del mundo.

Allí se encontraba Gerión que era el dueño de los toros y que a su vez era un monstruo gigante que tenía el cuerpo de tres hombres unidos por el vientre y divididos en tres desde los costados. También contaba con la ayuda Euritión y de Orto, un perro de dos cabezas y con cola de serpiente.

Hércules logró terminar con la vida de Euritión y Orto, pero la batalla con Gerión fue muy larga y dura. Sin embargo, logró acabar con él gracias a una flecha y pudo llevar a los toros hasta Euristeo en la copa de Helios.

El undécimo trabajo de Hércules: las manzanas del jardín de las Hespérides

El undécimo trabajo de Hércules consistía en llevarle a Euristeo, las manzanas del jardín de las Hespérides, que otorgaban a los dioses la eterna juventud. Este jardín estaba vigilado por una serpiente y por las Hespérides que eran unas ninfas.

Además, este era un territorio que estaba tan escondido que era prácticamente imposible encontrarlo, así que Hércules sometió a Nereo y lo obligó a decirle como llegar. Atlas, decidió ayudar a Hércules si él sostenía el cielo y mató a la serpiente y le consiguió las manzanas.

El duodécimo trabajo de Hércules: Llevar al can Cerbero a Euristeo

Ya Hércules había superado 11 titánicas pruebas y para esta última, Euristeo le exigió que le llevara ante su presencia al can Cerbero, que era un perro con tres cabezas y cola de serpiente que custodiaba la entrada al Inframundo.

Hércules bajó a los infiernos con la ayuda de Hermes y Atenea, allí convenció a Hades para que lo dejara llevarse a Cerbero y se lanzó sobre el temible perro, agarrando las tres cabezas al mismo tiempo logrando atraparlo.

Hércules llevo al can Cervero hasta el palacio de Euristeo y este al verlo, no tuvo más, sino que liberar a Hércules ya que ya había pagado lo suficiente por sus culpas.

Desde entonces, Hércules es considerado el campeón de la humanidad, ya que al terminar con los 12 trabajos había acabado con los monstruos que poblaban la tierra.

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