En muchas ocasiones nos habéis preguntado ¿Que puedo hacer si mi hijo duerme mal?. Hoy intentaremos dar respuesta y alguna solución a esa pregunta. Comenzamos….
Algunos niños y niñas tienen dificultades para dormir, puede ser que les cueste conciliar el sueño, que tengan miedos o que se despierten continuamente por la noche. Dormir bien es esencial para todas las personas y en especial para los niños y niñas, ya que están inmersos en pleno proceso de desarrollo, de maduración, crecimiento y aprendizaje. Dormir bien contribuye a un desarrollo sano y a una buena salud física y psíquica.
¿Por qué es importante dormir bien?
Dormir bien es esencial para todos y en especial para los niños y niñas. Dormir supone un descanso necesario para el cuerpo y la mente. Dormir supone el descanso necesario para reponernos de la actividad diaria, al dormir damos un descanso al cuerpo, nuestras funciones fisiológicas se regulan, y nuestra mente organiza la información que le ha llegado durante el día. El descanso va a impulsar el buen funcionamiento físico y mental.
¿Qué ocurre cuando los niños no duermen bien?
Cuando un niño no duerme bien, tiene consecuencias negativas
- Está cansado durante el día, lo que interfiere en su actividad diaria.
- Puede tener problemas de concentración y de atención.
- Sus funciones fisiológicas no están bien reguladas.
- Físicamente no rinde bien, ni tampoco psíquicamente.
- Mentalmente están cansados.
- También emocionalmente: están irritados y de mal humor.
¿Por qué algunos niños y niñas no duermen bien?
Las razones por las que un niño o niña no duerme bien, pueden ser muy variadas
- Miedos asociados a la oscuridad, a estar solo, etc.
- Otro tipo de miedos.
- Excesivas preocupaciones.
- Problemas y malestar emocional.
- Una escasa o nula higiene del sueño, ausencia de hábito o rutina de sueño.
- Factores externos: Temperatura, ruidos, etc.
¿Qué puedes hacer cuando tu hijo duerme mal?
Es muy importante ayudar a los niños y niñas a dormir bien. Para ello podemos seguir algunas sencillas pautas.
- Establece una higiene del sueño. Se trata de establecer rutinas o hábitos relacionados con la conducta de dormir. Para ello algunas cosas que podemos hacer: respetar los horarios, hacer ciertas actividades, seguir una rutina asociada a irnos a dormir (como el baño, cuento, etc.), que sean actividades relajantes.
- Analiza las posibles causas. Si se trata de un problema o malestar emocional debemos intervenir sobre el mismo para mejorar el sueño.
- Ayúdale a gestionar sus preocupaciones y a no dejarse llevar por ellas. Se trata de ayudarle a cambiar poco a poco sus pensamientos. Analiza cuáles son sus preocupaciones y ayúdale a desmontarlas.
- Vigila las condiciones ambientales. Evita ruidos en el ambiente y procura que este sea tranquilo y tenga una temperatura adecuada.
- Procura que durante el día no descanse demasiado. Si descansa demasiado durante el día esto puede interferir en su sueño nocturno.
- Trabaja los posibles miedos. Trátalo con naturalidad, no le quites importancia a sus miedos y explícale porque no debe tener miedo.
- Enséñale técnicas de relajación que les puedan ayudar a alcanzar las condiciones necesarias para conciliar el sueño con facilidad. Algunas ideas para ello puede ser la respiración, contar, tensar y destensar el cuerpo, imaginarnos algo agradable, etc.
- Cuando se despierten tensos procura mantener la calma, recuerda que si respondes con tensión le generas más tensión al niño o niña.
- Si el problema es demasiado grave o persistente, consulta con un
¿Qué puedes hacer cuando tu hijo duerme mal? Clic para tuitear