Los complejos y el complejo de inferioridad hacen referencia a aquellos aspectos valorados por la propia persona como negativos, valoraciones negativas de los demás, que pueden interpretarse como desprecios y dan lugar a un estado de inferioridad y baja autoestima.
Dichos complejos están, por lo tanto estrechamente relacionados con la autoestima y el autoconcepto de cada persona. Los complejos forman parte de la personalidad de cada uno y llegan a determinar su forma de ser y de actuar. Es muy importante educar a nuestras niñas y niños para que desarrollen una sana autoestima libre de complejos que los limite y que los impida desarrollarse.
¿Qué son los complejos y cómo se forman?
Los complejos son en realidad construcciones de la propia persona. Se valoran aspectos negativos y se desarrollan toda una serie de pensamientos, sensaciones, emociones, e incluso recuerdos asociados al complejo.
La interpretación de la opinión externa es la raíz del complejo. Todas las personas formamos el autoconcepto basándonos en la interpretación que hacemos de la opinión de otras personas. No solo es esa opinión, sino también como nos sentimos con esa opinión. Es un proceso complicado de construcción personal. Los complejos están asociados a situaciones que provocan afectos, sensaciones negativas y pueden ser vividos de modo traumático.
Consecuencias negativas de los complejos
Los complejos suelen asociar consecuencias negativas. Cuando un complejo se activa limita a la persona, afecta a su libertad.
- El complejo provoca que nos boicoteemos a nosotros mismos por temor a la valoración negativa y el desprecio ajenos.
- El complejo genera una baja autoestima.
- Los complejos nos limitan y nos impiden ser.
- Los complejos son fuente de conflicto interno que afectan a nuestro modo de ser y de actuar.
- Los complejos afectan a nuestras relaciones sociales y a nuestro bienestar.
Es fundamental actuar desde un primer momento para evitar la formación de complejos. Dar las bases a los niños y niñas para la creación de una sana autoestima y para que no limiten parte de su ser. Normalmente es más la interpretación y el complejo que la realidad. Es decir, el aspecto no es tan negativo como pensamos, pero sí lo es nuestra actitud debido al complejo.
Trucos para evitar la formación de complejos
- Cuida tus palabras y actitudes con el niño. En muchas ocasiones de manera inconsciente comentamos ciertos aspectos y el pequeño puede interpretarlo como un desprecio y a raíz del mismo nace un complejo.
- Elogia sus cualidades positivas, pero recuerda que tienen que ser elogios creíbles por el niño o niña.
- Favorece la construcción de una buena autoestima apoyándote en el apego. El niño/a que tiene un apego seguro se valora como digno de ser querido.
- Evita etiquetar o juzgar al niño y sobre todo cuando pueda escucharte.
- Dale oportunidad de lograr sus metas y objetivos. Es importante que le pongas retos, pero que sean alcanzables.
- Consuela al niño y ayúdale a comprender sus emociones. Es normal que tenga valoraciones negativas pero es fundamental enseñarle a interpretarlas de modo constructivo y no como un desprecio u ataque contra su persona.
En este artículo has podido conocer algunos consejos para evitar los complejos de inferioridad en nuestros hijos. ¿Qué te han parecido? ¿Tienes alguna sugerencia?. Déjanos un comentario con tu opinión