La mentira se produce como fruto de la inseguridad y la desconfianza en uno mismo, con el fin de lograr una aparente autoprotección. Mentir proporciona una cobertura ficticia ante los problemas de la vida. Las personas mienten para agradar, evitar una crítica o castigo, evitar ser juzgados, no dañar a los demás, por mantener o conseguir la estima y el aprecio de otras personas, etc.
En la adolescencia las mentiras se pueden hacer frecuentes. Las mentiras surgen como una necesidad, que puede parecer efectiva para afrontar determinadas situaciones y evitar las consecuencias de problemas. A medida que este recurso les funciona, se generaliza y puede llegar a convertirse en un hábito. Pero esta utilidad de las mentiras es aparente, mentir no soluciona los problemas, puede evitar determinadas consecuencias de forma inmediata, pero a la larga las consecuencias se harán más graves.
La mentira por lo tanto mantiene el problema oculto, sin que se produzca un afrontamiento del mismo. Al mentir no se afronta la necesidad que ha llevado a crear la quimera y esto hace que se produzca una rueda de mentiras que tratan de cubrir esa necesidad.
La mentira en adolescentes ¿Por qué mienten los adolescentes?
La mentira en esta etapa, les sirve para sus relaciones sociales. Su débil autoestima les hace difícil ser responsables de sus actos, asumir las consecuencias de los mismos y afrontar los problemas. Inventar una realidad ideal les protege, y les sirve para “ser dignos de estima y/o evitar consecuencias negativas.”
Es importante actuar sobre esta conducta en los adolescentes, para evitar que se cree un hábito y enseñarles estrategias de resolución de conflictos, habilidades que les permitan afrontar la realidad sin peligrar su autoestima y ser capaces de ser responsables de sus actos, con madurez y seguridad.
Al trabajar estos aspectos, serán adultos seguros, maduros y responsables, capaces de enfrentarse a sus problemas y afrontar la realidad, lo que les permitirá lograr el bienestar personal y conseguir el éxito y la felicidad.
10 Consejos prácticos para enseñar a los adolescentes a no mentir
- Presta atención a su autoestima y su confianza para que proporcionen capacidad para enfrentarse a los problemas de forma directa y constructiva.
- Sirve de ejemplo, no utilices el recurso de la mentira, ni con ellos ni con otras personas. Los adolescentes aprenden de lo que ven.
- Analiza con ellos lo que pasaría si dicen la verdad. Ensaya diferentes situaciones y dialoga con ellos, para que entiendan que las consecuencias son algo inseparable de los actos, pero nuestra capacidad de afrontarlas, nos trae múltiples ventajas.
- Enséñales estrategias de solución de problemas. Si tienen las estrategias para ello, se irán sintiendo con confianza para afrontar los mismos.
- Desarrolla la asertividad o capacidad de expresar las opiniones sin dañar ni atacar a los demás.
- Hazles ver que los demás les estiman por como son en realidad. Que mentir solo crea una ilusión de alguien que no son, que no es necesaria para ser merecedores de estima.
- Cuando sean sinceros refuerza su conducta. Diles algo así como me gusta que me hayas dicho la verdad, ha pasado esto…… y no pasa nada, pero tienes que enfrentarte a las consecuencias de lo que ha pasado. No les riñas demasiado por el problema o situación.
- Crea un clima de seguridad y confianza donde puedan expresarse libremente, si juzgas lo que dicen, y/o lo que hacen, estarás fomentando que mientan para no sentir esa crítica.
- Permíteles hablar y explicarse. Cuando nos estén contando algo, que les cuesta contarnos, debemos ser pacientes, escuchar y no interrumpir, evitando los interrogatorios y los sermones.
- Muéstrales los beneficios de decir la verdad.
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© 2019 ▷ Educa y Aprende ➡➤ [ 10 Consejos para trabajar la mentira en adolescentes ] Escuela de padres por Celia Rodríguez Ruiz | Psicóloga y Pedagoga @educa_aprende