Cómo vive un niño la separación de sus padres

La separación de los padres

La separación es un proceso complicado que no suele ser agradable para nadie, pero para los niños puede ser un duro golpe. La separación de los padres tiene un fuerte impacto emocional en el niño y si no se gestiona bien dicho impacto puede ocasionar consecuencias negativas. Es importante conocer cómo vive el niño la separación de los padres para ayudarle a gestionarlo y afrontarlo de un modo positivo y evitar así que aparezcan futuras complicaciones.

 

Cómo vive un niño la separación de sus padres.

Para los niños el mundo es un lugar por descubrir, todo a su alrededor es nuevo y muchas cosas cambian. Inmersos en esta etapa de descubrimiento, nos encontramos con un tipo de pensamiento muy especial, un pensamiento es mágico y egocéntrico. El niño vive y crece siendo el centro de todo, para el niño todo lo que existe gira a su alrededor y también su familia.

El niño vive creyendo que su familia y las relaciones e interacciones entre los diferentes miembros, es para siempre, es su referencia social y afectiva básica. La separación de los padres es un choque que rompe esta creencia y hace sentir al niño inseguro y desamparado. Aunque no verbalice o no identifique el pensamiento, la creencia del niño es algo así como: “No puede ser que mi familia se separe, si mi familia se separa todo lo que creía seguro no lo es, cualquier cosa mala es posible”.

La separación de los padres supone una ruptura de lo que para el niño era el núcleo familiar de referencia y es lógico que aparezcan creencias negativas y emociones que generan malestar.

 

La separación de los padres

Cómo afecta al niño la separación de los padres

La separación de los padres supone un fuerte impacto emocional, que rompe con algunas creencias del niño.

  • El niño se siente inseguro, su núcleo familiar se rompe y lo vive como si el mundo a su alrededor empezase a desplomarse.
  • En un primer momento suele aparece la negación, el niño niega la situación y cree que puede haber una reconciliación.
  • Más adelante aparece el enfado y la ira. El niño se resiste a la situación, está muy enfadado y empezará a culpar a los padres, incluso puede que a sí mismo.
  • Suelen aparecer manifestaciones como crisis nerviosas, llantos, regresiones, problemas de sueño, malas conductas, problemas escolares, e incluso chantaje emocional.
  • Más adelante aparece la aceptación y la tristeza, el niño puede tener crisis depresivas y continuar con culpa y enfado.

 

Cómo podemos ayudar al niño con la separación de sus padres

  • Es importante entender que la situación para ellos también es dura, y comprender sus emociones. Es muy importante que el niño pueda expresar sus emociones, ira, enfado, tristeza, frustración, miedo, etc. No debemos reprimir sus emociones, en lugar de ello aceptar sus manifestaciones, demostrarles que aceptamos y entendemos sus emociones y darles cariño.
  • Es importante que los padres hablen con el niño y le expliquen la situación de un modo natural y sin mentir para que la situación sea menos dolorosa y no desarrolle falsas creencias.
  • Debemos mostrarle al niño que seguirá teniendo una familia, pero que a partir de ahora será una familia diferente. Evitaremos la creencia de la familia rota, en todo momento le insistiremos en que tiene a su padre y a su madre y que la relación entre ambos también es cordial y afectuosa.
  • Mantener alejado al niño de las tensiones que puedan acompañar a la separación. Es decir, evitaremos discusiones y gritos delante del niño, así como hablarle mal del otro o meterle en nuestros desacuerdos, juicios, etc.
  • Puede ser aconsejable consultar con un profesional que ayude al niño a entender la situación y desbloquear emociones negativas.

 

© 2017 La separación de los padres Celia Rodríguez Ruiz Psicóloga y Pedagoga

@educa_aprende

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