Con el objetivo de estimular el desarrollo adecuado de los niños, el aprendizaje y la práctica del movimiento corporal es de gran relevancia. Hoy hablamos de los Juegos para fomentar el movimiento en los niños.
Resulta fundamental enseñarles a los pequeños cómo aprovechar al máximo sus capacidades musculares, ofreciéndoles herramientas divertidas de aprendizaje y descubrimiento propio.
De acuerdo a los especialistas, el conocimiento que tiene un individuo de su imagen corporal no solo depende de la maduración de las estructuras neurológicas, sino también de las experiencias que se vivan en la infancia.
Juegos para fomentar el movimiento en los niños
Las dinámicas que involucran movimiento favorecen a un aprendizaje completo del pequeño en relación a su desarrollo físico.
Estas actividades estimulan a un crecimiento integral, tanto en psicomotricidad y cognición e incluso a nivel afectivo.
Poner en práctica los movimientos corporales también ejerce un rol importante en el crecimiento de la creatividad y la capacidad comunicativa del niño.
También permiten el desarrollo acorde de características físicas como elasticidad, velocidad, fuerza y resistencia. Esto se logra mediante actividades que involucren correr, trepar, saltar y deslizarse.
Realizar estas acciones a través de juegos permite que los pequeños logren aprender de una forma divertida que mantiene su atención.
Por su parte, para fines psicológicos, las dinámicas motoras ayudan a que el niño se sienta más independiente, atento, concentrado y dispuesto a enfrentar cualquier reto que se le aparezca.
Además, es importante mencionar que aseguran el aprendizaje acerca de trabajo en equipo y la honestidad.
La carrera de orugas
Se trata de una interesante actividad para educación física o incluso para el hogar, que tiene como objetivo estimular las habilidades psicomotoras y de coordinación.
Ha sido ideado para niños de a partir de 5 años de edad, y no se necesita de ningún tipo de instrumento o material para llevar a cabo este juego.
Se tendrán que agrupar a los niños en grupos y posicionarlos en filas. El juego consiste en que cada grupo debe avanzar hacia al frente hasta llegar a un punto determinado.
La clave está en que la manera en la que caminarán no será la habitual. Tendrán que colocar sus manos en los hombros de la persona de adelante, y mientras caminan, deberán agacharse y levantarse de manera repetida hasta llegar a la meta.
El primer grupo, u “oruga”, que logre alcanzar la meta sin correr, separarse ni romper la repetición del movimiento de arriba abajo será nombrado ganador.
La carretilla del rompecabezas
Esta segunda dinámica para fomentar el movimiento es una actividad que les gusta a todos los niños. No solamente estimula a las capacidades psicomotrices del niño, sino que también les dará fuerza y resistencia a sus brazos.
Es sumamente sencillo. Lo único que debes hacer tomar al niño de los pies, y él tendrá que caminar utilizando sus manos. Para hacerlo más divertido, puedes esparcir piezas de rompecabezas por todo el lugar.
El objetivo será recolectar todas las piezas de rompecabezas y unirlas entre sí de manera adecuada hasta formar la imagen que corresponde, con el solo uso de las manos.
A pesar de que en definitiva es un juego muy divertido, se recomienda que sea un adulto el que cargue a las piernas del pequeño y no otro niño, pues podría resultar en un accidente.
El juego del imitador
Se trata de otra fantástica dinámica para poner en práctica a las capacidades motoras del niño. El único requisito del juego del imitador es que debe ser llevada a cabo en parejas.
Uno de los niños tendrá que realizar 4 movimientos seguidos. Luego de esto, el otro niño tendrá que esperar de 10 a 20 segundos para repetir los 4 movimientos en el mismo orden del compañero.
Como podrás darte cuenta, esta dinámica no solo resulta conveniente para la estimulación de la psicomotricidad, sino que también interesa para mantener a la memoria de trabajo o la memoria a corto plazo.
El juego del revés
Este juego resulta especialmente interesante para hacer ejercicio mientras que se mantiene la atención de los niños en su pico más alto al participar en uno de los juegos más divertidos para fomentar el movimiento.
El juego del revés se trata de una actividad mediante la cual, con un fondo musical, los niños se mueven por la habitación como lo deseen.
De pronto, la música se detiene y el profesor o modulador tendrá que pronunciar una frase de cualquier acción que no debe cumplirse.
Por ejemplo, si al detener la música el profesor dice: ¡nos tocamos las manos!, significa que los participantes pueden tocarse de los pies, las rodillas, los codos, pero no las manos.
Quien por error realice la acción que el profesor mencionó pierde y sale del juego, hasta que eventualmente quede uno solo: el ganador. La idea es que los niños no cumplan la orden que se les pide, estimulando a que piensen y actúen rápido para no fallar.