Tanto la I como la II Guerra Mundial influyeron en su uso como lengua universal. Hoy en día, y aunque el 72% de ellos no sean nativos, el inglés reúne más de 1.348 millones de hablantes alrededor del mundo. Pero, además de su capacidad para interconectar lingüísticamente a un mundo globalizado, el inglés es también el idioma más utilizado en el bilingüismo. Una facultad cuyos beneficios están científicamente demostrados.
El idioma universal
Sin tener en cuenta el número de hablantes nativos —donde una superpoblación como la de China ostenta el título—, el inglés es el idioma más hablado. Y con diferencia. Aunque el alemán tuvo las de ganar a principios del siglo XX como lengua universal, su reputación tras la Primera y la Segunda Guerra Mundial lo echó a un lado. Convirtiendo en inglés en el lenguaje de la élite por los científicos exiliados en países anglófonos.
De ahí a ahora, el inglés se ha convertido en el idioma de la globalización, pero también de la enseñanza. Hoy día, pudiendo aprender cómodamente online, ya que encontrar profesores de inglés en Madrid, Barcelona, cualquier parte de España o del mundo es muy sencillo a través de Internet. Útil para aquellos padres que quieren fomentar el bilingüismo y sus ventajas en sus hijos gracias a la casi ilimitada oferta de aprendizaje.
¿Es el bilingüismo positivo?
Según el estudio Bilingüismo en la edad temprana: qué dice la ciencia (Kirsta Byers-Heinlein y Casey Lew-Williams, 2018), recogido en el National Center of Biotechnology Information de EEUU, la crianza bilingüe resulta más ventajosa en los niños frente a la monolingüe. Contrariamente a la antigua creencia sobre sus supuestos efectos de confusión, el dominio de dos lenguas repercute de forma muy positiva en el cerebro.
De acuerdo con Byers-Heinlein y Lew-Williams, entre los beneficios del bilingüismo en la crianza se encontrarían una mayor comprensión social —es decir, de las opiniones, perspectivas y deseos de los demás—, así como mayor sensibilidad comunicacional —por ejemplo, percibiendo con más atino los cambios de tono en un diálogo. Y eso no es todo, dado que las ventajas, además de interpersonales, son también individuales.
En ese sentido, el bilingüismo incrementa la capacidad de concentración, ya que el cambio constante entre dos idiomas empuja a mantener el foco en aquel mediante el que se sostiene la conversación. Beneficioso también memorizar mejor y almacenar más información, de modo que, a través de ampliar el bagaje lingüístico y organizar las palabras, se traduce a su vez en una toma de decisiones más eficiente y rápida.
Inglés: eje central del bilingüismo
La razón por la que muchos padres escogen el inglés como lengua para fomentar el bilingüismo en sus hijos no es azarosa. Reuniendo actualmente más de 1.348 millones de hablantes en el mundo —de éstos, según la revista Ethnologue, tan sólo un 28% nativos—, el idioma de la globalización que es hoy indispensable en muchos trabajos, estudios e incluso en sectores sociales o en el globalizado mundo del entretenimiento.
Además, otra de las ventajas del inglés es su estructura sencilla que, partiendo como el español y otras lenguas romances de las lenguas indoeuropeas, resulta idóneo para construir un puente hacia otras lenguas germánicas. Como lo son, junto al inglés, los idiomas alemán, neerlandés, noruego, danés o sueco, entre muchos otros. En definitiva, una lengua cuya utilidad y sencillez permite sacarle total partido a su aprendizaje.
¿Cómo incluir el inglés en la crianza?
En primer lugar, es de especial interés mencionar la importancia del papel de los padres en la crianza bilingüe. Según el mencionado estudio al respecto, es primordial que éstos generen oportunidades de escucha y habla de ambos idiomas con frecuencia. Ideal en estos casos que los padres se sientan cómodos con los lenguajes escogidos y que puedan evitar la sobrerrepresentación de para fortalecer y normalizar el nivel a la par.
Actualmente, la mayoría de los niños están expuestos al inglés casi desde su mismísimo nacimiento de muchas formas. A la enseñanza del inglés en la escuela, se añade un amplísimo ámbito, que es el del entretenimiento. Sobre todo, el contenido virtual, donde este idioma es el más utilizado. Sin embargo, acudir a profesores de idiomas o de refuerzo es recomendable para ampliar bagaje y reforzar el habla y la escritura inglesas.
En ese sentido, el mismo ecosistema virtual nos interconecta hoy en día con un surtido inagotable de plataformas y maestros para aprender inglés online. A modo de clases particulares, firmas como la popular y solicitada Superprof ofrecen en su página web un catálogo de más de 25.000 profesores de inglés. Con una nota media general de 5 de 5 y una gran variedad de precios, una opción que se adapta a todo público y edad.