La comunicación afectiva trata de transmitir y recibir y comprender los afectos.
Los estados afectivos son inherentes a las personas, no podemos separarnos de ellos e indudablemente éstos van a determinar nuestro modo de comunicarnos.
Practicar la comunicación afectiva va a engrasar nuestras interacciones y favorecerá nuestro entendimiento y el clima familiar.
Es importante abogar por formas de comunicación afectivas y desterrar otros modos que no tienen en cuenta los afectos.
Las claves de la comunicación afectiva
- Se trata de ser capaces de defender nuestros derechos sin atacar al otro. De defender y expresar nuestros puntos de vista y opiniones desde el respeto y sin dañar a los demás.
- Empatía. La empatía es la habilidad de ponernos en el lugar del otro, de entender cómo se siente y porque se siente así. A menudo nos centramos en nuestro propio punto de vista y esto limita el entendimiento y es un impedimento para llegar a acuerdos.
- Sintonía y sincronía. Estar en sintonía implica estar en la misma disposición que nuestro interlocutor, compartir nuestra actitud y hacerla mutua es fundamental para una comunicación fluida y un verdadero entendimiento. La sincronía se consigue cuando los interlocutores llegan a sincronizar sus estados de ánimo.
- Escucha activa. Finalmente la escucha activa o habilidad de hacer ver al otro que le estamos escuchando, ir más allá de lo que nos dicen con palabras, para llegar a lo que realmente nos quieren decir. La escucha activa es un elemento fundamental de la comunicación.
Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga
@educa_aprende