En un aula infantil, los niños ríen y juegan, sienten curiosidad cuando escuchan cuentos narrados, hacen preguntas sobre qué y por qué mientras realizan actividades y usan palabras para expresar sentimientos y necesidades. Todo esto provoca intensas emociones en los niños; emociones que es importante aprender a gestionar adecuadamente.
Esto se debe a que la salud social y emocional de los niños afecta su desarrollo y aprendizaje en general. Las investigaciones indican que los niños mentalmente sanos tienden a ser más felices y muestran una mayor motivación para aprender. También tienen una actitud más positiva hacia la escuela, participan con más entusiasmo en las actividades de la clase y demuestran un mayor rendimiento académico que sus compañeros menos sanos mentalmente.
Por el contrario, los niños que presentan dificultades sociales y emocionales tienden a tener problemas para seguir instrucciones y participar en actividades de aprendizaje.
El Técnico Superior en Educación Infantil puede promover la salud social y emocional de los niños de muchas maneras; por ejemplo, organizando un entorno rico en materiales para estimular las interacciones sociales entre los niños.
Cómo promover la gestión emocional en la escuela infantil
Las formas de promover la gestión emocional en la escuela infantil incluyen establecer relaciones de confianza y realizar una enseñanza intencional.
En cuanto a la primera, hay que tener presente que los niños pequeños se desarrollan y aprenden en el contexto de las relaciones. Una relación de confianza y afecto es esencial para el desarrollo óptimo de los niños. Los niños que tienen relaciones de confianza con sus maestros y cuidadores están, en promedio, más dispuestos a hacer preguntas, resolver problemas, probar nuevas tareas y expresar sus pensamientos. Los pequeños se benefician social, emocional y académicamente cuando los maestros crean intencionalmente relaciones estrechas y de confianza.
Por otra parte, la calidez y el afecto, incluso en los días malos y cuando los niños se portan mal, son fundamentales para el bienestar de los niños en los entornos de educación temprana, ya que contribuyen a desarrollar relaciones seguras entre niños y adultos. También proporcionan modelos de comportamiento amable y están vinculados con la capacidad de los niños para interactuar positivamente con sus compañeros.
Enseñar habilidades sociales y emocionales
Ayudar a los niños a desarrollar habilidades sociales y emocionales es la base de cualquier buen programa educativo para niños pequeños. Todas las personas involucradas en su educación desempeñan un papel clave para ayudar a los niños a desarrollar la competencia social y emocional. Los técnicos en Educación Infantil pueden apoya la salud social y emocional de los niños mediante el uso de libros especiales para niños, la planificación de actividades, la capacitación, el elogio efectivo y el modelado de comportamientos apropiados. La calidez y el afecto, incluso en los días malos y cuando los niños se portan mal, son fundamentales para el bienestar de los niños en la educación temprana.
Estudiar para trabajar en escuelas infantiles
El Grado Superior de Educación Infantil es un título oficial de carácter profesional acreditado por el Ministerio de Educación. A lo largo de los dos años que dura el plan académico de Técnico en Educación Infantil, los alumnos estudian las técnicas para evaluar y desarrollar actividades didácticas con niños/as de 0 a 6 años, fomentando el aprendizaje, la gestión emocional, las relaciones sociales y la psicomotricidad.
El Grado Superior en Educación Infantil habilita a los estudiantes como profesionales cualificados para trabajar en jardines de infancia, escuelas de psicomotricidad y ludotecas, entre otras áreas del sector Sociocultural. Con la metodología práctica de MEDAC te convertirás en un técnico responsable para educar y ayudar a los más pequeños a través de una formación práctica y adaptada a las necesidades del mercado profesional.