Fobia a los perros ¿Qué es la cinofobia en niños?: Si tu hijo se esconde detrás de ti en cuanto ve un perro; si tu hija no se atreve ni a acercarse al perrito de la vecina; si tu pequeño siente pánico cuando un perro se cruza en su camino, debemos considerar el tomar acciones para ayudarlo a sobreponerse a esos miedos.
El miedo a los animales en un niño pequeño no está en absoluto fuera de lo normal. Es un reflejo de protección: la desconfianza instintiva frente a los animales, sean del tipo que sean, existe desde el principio de la historia de la Humanidad y está profundamente arraigada en el ser humano.
La cinofobia en los niños
El problema se presenta cuando esos miedos se convierten en irracionales y excesivos. La cinofobia es el miedo irracional a los perros y puede ser muy limitante para el desarrollo del día a día de la persona que la sufre. Es una fobia habitual en la infancia.
Suele ocurrir a menudo, que a niños pequeños les dé un cuadro de ansiedad y miedo cuando ven a un perro cerca. Sin importar el tamaño que tenga o su actitud al aproximarse. Esto puede transformarse en un problema, ya que el pánico en el niño puede ser muy alto e impedir un día a día normal.
Con fobia a los perros, la reacción del niño será desmesurada y vendrá acompañada de un cuadro de ansiedad que lo bloqueará.
La cinofobia es más común de lo que muchas personas creen. De acuerdo con los resultados de un estudio realizado por el psicólogo José Gil Martínez, profesor de la Universidad de Valencia, un 10% de los individuos sufren miedo excesivo e irracional hacia los perros.
Síntomas de la fobia a los perros
Igual que otros trastornos fóbicos, la cinofobia suele presentar síntomas físicos, cognitivos y conductuales. Son los siguientes:
- Desorientación y falta de concentración.
- Sensación de falta de aire e hiperventilación.
- Sudoración excesiva.
- Sequedad de boca.
- Terror intenso.
- Malestar intestinal y dolor de cabeza.
- Tensión en los músculos.
- Conductas de evitación.
- Angustia
- Latido acelerado del corazón y aumento de la frecuencia cardíaca.
¿Cómo se causa la fobia a los perros?
La mayoría de las fobias tienen su inicio en la niñez o adolescencia, y la causa más frecuente es la presencia de un evento traumático que la persona asocia a un perro. A partir de ahí, generaliza este temor a todos los animales de la especie por un proceso llamado condicionamiento clásico, que consiste en reacciones no analíticas ante ciertos estímulos con los que hay alguna experiencia.
Hay algunas otras posibles causas que despiertan el miedo a los perros en el niño:
Desconocimiento: es una reacción lógica y natural de protección que usan aquellos niños que no se han criado con perros. No saben cómo interactuar con los perros y ni cómo ellos reaccionan usualmente.
Mala Información adquirida: el miedo puede venir por comentarios del entorno del niño, que generan en su mente una imagen alterada de los perros. Ya sea que una de sus personas cercanas, le tiene miedo a los perros, o cuando se amenaza al niño con una figura de perro agresiva.
Mala experiencia: Un ladrido inesperado, una imagen agresiva que vio en una película o un recibimiento un poco brusco de un perro, puede generar miedo y asustar a un niño pequeño.
Consejos para ayudar al niño a superar la fobia a los perros
Además de tener en cuenta y minimizar las posibles causas, antes mencionadas, se pueden llevar a cabo ciertos consejos para ayudar al niño a superar su miedo:
- Respeta su temor y no lo fuerces: tener miedo es algo personal, que puede aumentar si es forzado a enfrentarlo cuando no está preparado. Es importante que el niño se sienta acompañado y entendido. Jamás lo fuerces a acercarse a un perro si no quiere.
- Corrige su percepción: puede ser que el miedo surja por una concepción equivocada o mala experiencia. Quizás lo único que necesita es observar a los perros desde un lugar que se sienta seguro, ver cómo reaccionan e interactúan con sus dueños.
Explícale que los perros son cercanos al humano, que todos son distintos, pero en general, inofensivos y que podrían ser sus mejores amigos.
- Enséñale a aproximarse: cuando tengas la posibilidad de interactuar con un perro tranquilo y confiable, muéstrale a tu hijo cómo acariciarlo y acercarse a él. Explícale que es normal que lo huela, lama o se suba sobre él, pero que está jugando. Realiza acercamientos progresivos, no lo apures.
- Sé un ejemplo y cuida tus palabras: muéstrate confiado cuando estés cerca de un perro. Además, no uses a los perros como imagen de animal agresivo en situaciones que quieres lograr algo de tu hijo.
Conclusión
Finalmente, superar la fobia a los perros puede ser un proceso lento (de cuestión de meses) y conseguirlo requiere paciencia, esfuerzo y capacidad de superación. La cinofobia puede crear un enorme malestar. Y aún más teniendo en cuenta que los perros son animales que conviven con los humanos y con los que es frecuente cruzarse.
Somos los padres los que, en primera instancia, podemos ayudar a nuestros hijos y por suerte, como cualquier tipo de fobia, se puede superar.
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