Organizar una fiesta infantil siempre supone una ardua tarea para los adultos. Desde hace años funcionan en muchos pueblos y ciudades instalaciones infantiles equipadas con todo tipo de atracciones para que los pequeños puedan divertirse y pasar horas saltando en castillos hinchables y camas elásticas, jugando a fútbol y otros deportes y realizando otras actividades como manualidades, pintacaras, etc.
Si la fiesta infantil a organizar, en lugar de optar por estas instalaciones, preferimos celebrarla en casa, en un parque o en un prado en el campo, es importante dedicarle tiempo y gestionar todos los asuntos con antelación.
Hay mucho que decidir y muchas opciones a elegir. Hay que abordar la temática de la fiesta, la lista de los invitados, las invitaciones para la fiesta, organizar juegos infantiles y actividades para que los pequeños no se aburran y por supuesto no dejar de lado la comida, los dulces y las golosinas.
Fecha y hora de comienzo de la fiesta
Este primer paso es importante. Hasta hace un tiempo, la mayoría de fiestas se celebraban en fin de semana que es cuando más tiempo libre hay, pero cada vez más se está imponiendo la dinámica de hacer fiestas entre semana, cuando los pequeños salen del colegio. De este modo, la participación de más niños es casi segura.
Con respecto a la hora de comienzo, si es invierno lo ideal es que la fiesta comience a partir de las 17.00 horas. Cuando avanza el año y llega la primavera, se puede atrasar un poco la hora de inicio. En cualquier caso, es importante ofrecer un margen de tiempo para que lleguen todos los invitados, especialmente si hay algún número de animación infantil.
Un tercer elemento importante es el lugar de la fiesta: un local de una asociación, el jardín de casa, un parque, una cafetería… una fiesta infantil se puede celebrar casi en cualquier sitio, pero es importante conocer las dimensiones y el número de invitados, para que todos se sientan cómodos.
La decoración y la temática
Aquí es importante tener en cuenta los gustos de los niños. Las fiestas temáticas resultan muy divertidas pero pueden suponer un trabajo extra tanto a los organizadores como a los propios invitados en caso de que tengan que ir disfrazados.
La decoración puede ser también temática (princesas, superhéroes, piratas, deportistas…) o bien optar por la típica decoración de cumpleaños o comunión con serpentinas, farolillos, globos colgados e incluso un photocall.
Si en la fiesta participan animadores infantiles, los pequeños pueden colaborar con la decoración, y así pasar tiempo entretenidos. Una de las claves en cualquier fiesta de este tipo es que los niños no se aburran y siempre se mantengan activos.
Las actividades infantiles
Ya hemos mencionado una práctica muy recomendable, la de contratar un animador infantil que trabaje con los pequeños haciendo manualidades, o pintando sus caras. Pero existen también otras opciones: un mago, un cuentacuentos, un monitor sociocultural y de actividades físicas, etc.
La opción del mago es muy apropiada porque puede preparar espectáculos adaptados a los más pequeños. Los niños siempre se sorprenden con la magia En el portal https://animacionespingu.es/magos/ ofrecen una amplia variedad para todo tipo de fiestas y ocasiones de celebración variopintas.
Ya sea con magos o con animadores infantiles de cualquier otro tipo, es importante que las actividades comiencen cuando estén todos los niños presentes, de ahí el tiempo de cortesía que comentamos anteriormente.
Además, antes de estas actividades es aconsejable que los pequeños merienden, así van comiendo algo mientras llegan los niños y familias que vayan con algo de retraso y ningún niño se siente desplazado por no haber sido partícipe de las actividades en su integridad.
La merienda y la tarta
Las fiestas infantiles, aunque la mayoría son para celebrar cumpleaños, también pueden ocurrir por otros motivos. En realidad el motivo no es relevante, pues en todas ellas una parte central del evento es la merienda.
La comida se puede preparar de manera casera: con bandejas de sandwiches, snacks salados y dulces o bien ir un paso más allá y presentarlo todo de manera individual. En realidad va a depender del lugar donde tenga lugar la fiesta. Si es en un restaurante o una cafetería, cada pequeño tendrá su merienda. Una opción añadida es la de contratar un catering externo. Sea como fuere, no existe fiesta infantil que se precie que no finalice con una rica tarta y una piñata.