El bajo rendimiento en los estudios es una preocupación común en los estudiantes y en las familias. El rendimiento, se manifiesta en una calificación que demuestra los objetivos y los avances logrados a lo largo del curso. Es necesario encontrar las claves para un estudio eficaz que mejore nuestro rendimiento académico
Aprendizaje y Rendimiento Académico
El rendimiento académico, por lo tanto es un indicador del avance del proceso de aprendizaje. Un aprendizaje infectivo dará lugar a un mal rendimiento y bajas calificaciones académicas, por el contrario cuando se crea el aprendizaje el rendimiento es bueno y las calificaciones altas.
Cuando no se obtienen los resultados deseados, algo está fallando para que no se produzca la construcción de aprendizajes. El método, entendido como las diferentes estrategias de creación de aprendizajes no son las adecuadas.
Creación de Aprendizajes
Aprender es algo natural a las personas, la curiosidad innata nos lleva a cuestionarnos a querer saber y a aprender. Para aprender algo es importante emplear un estudio eficaz que nos permita crear los aprendizajes y no sólo retenerlos o memorizarlos.
Aprender es un proceso personal y único de cada persona, en el que cada uno es el propio protagonista activo del mismo. Nadie crea los aprendizajes por nosotros, cada uno construye sus propios aprendizajes. Para que se creen los aprendizajes es necesario que:
- El que aprende disfrute del proceso y se implique como parte activa del mismo.
- La situación permita el desarrollo del proceso, el malestar emocional o la existencia de problemas o conflictos (personales, sociales, familiares, etc.), suponen una preocupación que dificulta los procesos de aprendizaje.
- El estudio tiene que estar adaptado a las características individuales y al estilo de aprendizaje personal.
15 Claves para un estudio eficaz
- Cambia la visión del aprendizaje como una carrera de fondo, en la que lograr objetivos y calificaciones.
- Preta atención al proceso más que a los resultados.
- Ayúdale a conocerse, a descubrir su estilo de aprendizaje, ser consciente de sus fortalezas y de sus dificultades.
- Enséñale a organizarse en el tiempo y secuenciar tareas.
- Estimula su interés y su motivación. Despierta su interés y su motivación innata por saber y querer saber.
- Ayúdale a evaluar su proceso de aprendizaje, a comprobar los logros alcanzados y lo que aún queda por aprender.
- Utiliza el error como fuente de aprendizaje.
- Entrena su capacidad de esfuerzo.
- Proponle metas sencillas, una meta demasiado alta puede llevarles a desanimarse.
- Favorece el desarrollo de técnicas de estudio y estrategias de aprendizaje basadas en sus características personales.
- Potencia la creación de aprendizajes y no la mera repetición de contenidos sin sentido para el estudiante.
- Desarrolla su habilidad de aprender a aprender.
- Cuida su bienestar emocional y psicosocial, los problemas y conflictos impiden la creación de aprendizajes.
- Elabora un plan de estudio individualizado.
- Refuerza su esfuerzo y sus logros.