Cuando llega un bebé es un motivo de ilusión y de mucha alegría, sin embargo son también muchos los interrogantes que surgen a las familias. Cuando se trata de coger al bebé en brazos o no hacerlo, aparecen muchas opiniones dispares, desde los que dicen que se puede malcriar al bebé y por lo tanto no debemos cogerle en brazos y los que dicen que es cruel y daña su desarrollo afectivo. Para las familias, en especial para las familias primerizas esto puede convertirse en un dilema.
Coger al bebé en brazos es bueno
El bebé necesita nuestro afecto, es necesario y sano recibir cariño para un adecuado y sano desarrollo afectivo. Las teorías del apego, explican como el bebé establece una relación de apego especial con sus personas más cercanas y según sea el tipo de relación con estas personas, desarrollará un estilo afectivo determinado. El bebé necesita sentir cercanía de las figuras de apego para el sano desarrollo de su personalidad. Si desarrolla un apego seguro confiara en el cariño de sus personas cercanas y no desarrollará dependencias emocionales. Por lo tanto no solo es bueno coger al bebé en brazos, sino que además es necesario para su desarrollo y para su bienestar presente y futuro.
Los nuevos descubrimientos en neurociencia, demuestran que coger en brazos al bebé es más importante para su desarrollo que otras ayudas pedagógicas o culturales. Así lo explica el libro “El Amor Maternal” de Sue Gerhardt. Las sensaciones que experimenta el bebé al ser cogido con cariño en brazos de sus progenitores y familiares son fundamentales para su desarrollo, le aportan una importante seguridad.
¿Y cuando el bebé llora?
Algunos bebés demandan ser cogidos en brazos constantemente, es más cuando sus figuras de apego se separan de ellos suelen estallar en llantos. En primer lugar esto es una reacción normal y no debemos alarmarnos demasiado. En estos casos es importante guiarse por el sentido común, es mejor cogerle de más que no cogerle en brazos.
Si aportamos seguridad, poco a poco reduciremos sus llantos. Siempre se debe coger al bebé en brazos, pero podemos hacer que poco se acostumbre y tenga la seguridad de que estamos con él o ella. Para ello se pueden emplear varios métodos:
- Dejar que el bebé mantenga contacto visual, que vea siempre donde estamos. De este modo sabrá que seguimos estando presentes aunque no le tengamos en brazos.
- Decirle cariñosamente, ahora te voy a dejar en tu “cunita” “hamaca” “silla” porqué tengo que hacer…. y no puedo contigo en brazos, pero puedes mirarme.
- Mantén contacto con el bebé, háblale, aunque no comprenda sabe que estás ahí y comprende tu tono de voz.
- Si quieres que aprenda a estar relajado, deja que llore intervalos de tiempo cortos, pero apenas un minuto, no más tiempo. No queremos que el bebé se estrese, pero sí que adquiera la seguridad en el afecto aunque no esté en brazos en ese momento. Si vuelves a por él o ella, y poco a poco subes el tiempo, comprobara que no pasa nada que volverás a atenderle.
- En cualquier caso, ante la duda es mejor cogerle en brazos. Es una etapa pasajera, en cuanto adquiera movilidad y autonomía no necesitará estar en brazos. Y los beneficios son enormes.
Te recomendamos