Por qué enseñar a montar bicicleta a un niño

Aprender a manejar bicicleta es una experiencia inolvidable para las personas. Y es que las caídas, llantos y risas son parte de este divertido camino del aprendizaje.

Por lo general, son los padres quienes nos enseñan a dar nuestras primeras pedaladas, y son ellos quienes nos ayudan a levantarnos cuando caemos. Aunque el pasear en bicicleta tenía antes un sentido de entretenimiento, hoy en día tiene una connotación más saludable.

Existen bicicletas para todas las edades. Si bien es cierto que el triciclo es el primer vehículo que tienen los niños, es común que a los 3 o 4 años ya tengan su primera bicicleta. La mayoría de padres optan por una bicicleta sin pedales, pues así el niño irá desarrollando una mejor estabilidad y sentido del equilibrio. Entonces, cuando tenga más edad, estará mejor preparado para los pedales.

 

Montar bicicleta, como todo aprendizaje, activa el cerebro, y contribuye a que los niños adquieran habilidades que pondrán en práctica en su vida adulta. Además, esta destreza ayuda a que tengan mayor facilidad de aprendizaje e influye en su desarrollo intelectual.

Entre otros beneficios de montar bicicleta se encuentra el desarrollo físico. El ejercicio que realiza el niño ayuda a aumentar su resistencia, al mismo tiempo que crea hábitos saludables en él.


Beneficios de andar en bicicleta

  • Afianza lazos familiares. El tiempo que le dedica a su hijo(a) para enseñarle a manejar bicicleta ayuda a reforzar los vínculos entre padre e hijo. La comunicación, confianza y cooperación se fortalece.
  • Reduce la ansiedad. Realizar un deporte como el ciclismo reduce la ansiedad y mejora el estado de ánimo. Es perfecta para niños hiperactivos.
  • Combate enfermedades. La actividad física de manejar combate enfermedades que afectan a los niños, como la obesidad y la diabetes.
  • Promueve lazos sociales. Montar bicicleta promueve el encuentro social y ayudará a los niños a crear vínculos y estrechar lazos. Además, aprenderá valores como el respeto, compañerismo y la tolerancia. Los niños salen de casa a montar en bicicleta junto a sus amigos, organizan competencias entre ellos, conocen nuevos lugares y disfrutan nuevas experiencias.
  • Conciencia del medio ambiente. Los niños aprenden que la bicicleta es un medio de transporte sano y que es amigable con el ambiente que nos rodea.
  • Sentido de responsabilidad. Los niños conocerán de manera básica las normas de seguridad vial, y aprenderán el sentido de seguirlas de manera responsable.

 

Como todo deporte, el montar bicicleta ayuda a generar hábitos, y constituye un aprovechamiento de tiempo. De manera complementaria, el cuerpo se beneficia con cada pedalada que damos. Diariamente genera hábitos saludables y previene enfermedades musculares. ¿Por qué se considera tan beneficioso?

  • Reduce el estrés. Montar bicicleta no requiere de altos niveles de concentración, por lo que permite disfrutar el momento.
  • Fortalece las rodillas. Ejercitar los músculos que rodean a la rodilla previene de futuras lesiones. Además, es un deporte de bajo impacto, al no tener que soportar el peso de nuestro propio cuerpo.
  • Es un ejercicio cardiovascular. Este deporte mejora el sistema circulatorio, aumenta la capacidad respiratoria y previene de enfermedades como el colesterol y el sobrepeso.

 

Como cada deporte, es necesario adoptar algunas medidas de seguridad en los niños, sobre todo en los más pequeños, para evitar que se lastimen. Por ejemplo, siempre deben llevar casco cuando están iniciando su aprendizaje. Si usted es un padre temeroso, puede añadir unas rodilleras y coderas. También es necesario acompañarlos en todo momento. Realizar sesiones cortas y descansos frecuentes ayudarán a evitar que se agoten rápidamente. No debe olvidar que montar bicicleta representa para el niño una actividad de entretenimiento.

 

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