Sin importar qué tipo de creencia se tiene, el efecto boomerang de la felicidad es una ley a la que le debemos prestar atención, ya que puede ser aplicada a cualquier aspecto de la vida.
El principio o el efecto boomerang, es de donde se desprenden las demás leyes espirituales que rigen casi toda nuestra vida.
Esta ley trata sobre un precepto que indica que: “Toda causa tiene su efecto y que todo efecto tiene su causa”, también conocida como Ley de causa y efecto.
De tal manera, la figura del boomerang se utiliza para hacer una analogía de cómo las energías que liberamos hacia otras personas, regresan a nosotros y de forma aumentada. Incluso, el efecto boomerang guardas una estrecha relación con el Karma, que nos invita a reflexionar sobre que “Toda acción tiene una fuerza dinámica que se expresa e influye en las sucesivas existencias del individuo”.
¿En qué consiste el efecto boomerang de la felicidad?
Muchas personas están convencidas que nuestra misión en la vida es encontrar el bienestar máximo y la alegría constante; sin embargo, convertirnos en buscadores de la felicidad puede resultar frustrante. El ser humano busca el placer y trata a toda costa de eludir el dolor, pero en ese intento de encontrar un estado perpetuo de felicidad es común tropezar más de una vez, lo que nos ocasiona sufrimiento.
Por mucho que nos esforcemos, encontrar y mantener un bienestar y un estado de felicidad constante es nada menos que imposible, ya que estas son entidades muy complejas que no siguen ningún tipo de estándar.
El efecto boomerang es parte de la ley universal de causalidad la cual no contempla la posibilidad que ocurran sucesos al azar, sino que todo ocurre por algo.
El efecto boomerang de la felicidad define situaciones en las que se esperan experimentar plenitud, pero lo que le devuelve es lo contrario.
¿Qué es el karma y cuál es su relación con el efecto boomerang?
La ley del karma guarda una relación muy especial con el efecto boomerang o con la ley de causa y efecto; la cual establece que todas nuestras acciones, como las físicas, verbales y mentales son causas y nuestras experiencias son producto de sus efectos.
La palabra karma proviene del sánscrito la cual significa «acción»; sin embargo, en el budismo se refiere a ella como la ley de causalidad. Aunque el karma es una concepción de carácter espiritual, su equivalente científico es la 3era ley de Newton, que explica que las fuerzas en el mundo se dan siempre en forma de pares: una acción y una reacción.
Observando que esta fórmula nos explica que cada acción conlleva a una reacción proporcional, tanto en las leyes de la física como en la propia vida cotidiana, estamos regidos por una relación causa-efecto.
Quienes se han dedicado a estudiar los fenómenos tanto físicos como mentales, como por ejemplo la Ley del esfuerzo inverso, han interpretado que estas fuerzas existen de forma interdependiente y que en tal sentido, nuestras acciones generaran un efecto contundente, irreversible e inevitable que determinarán que nuestras futuras experiencias estén enmarcadas en estados de felicidad o desdicha.
Ejemplos del efecto boomerang de la felicidad
Un ejemplo de cómo funciona el efecto boomerang es el que se conoce como el efecto boomerang de las sonrisas, que se manifiesta cuando llegas a un sitio con una sonrisa y notas que las personas a las que te acercas sonriendo te corresponden.
Esta actitud positiva no solo causa que se dibuje una sonrisa en la cara de las personas con las que interactúas, sino que se genera un cambio de actitud en ellas.
Sin embargo esto no es una regla, ya que hay situaciones en donde estás haciendo algo positivo, pero al final la misma situación nos devuelve infelicidad.
Otro ejemplo del efecto boomerang de la felicidad que podemos comentar, es cuando preparas una fiesta de cumpleaños para tu hijo con mucha alegría, pero de pronto te embarga un sentimiento de tristeza porque tu hijo está creciendo demasiado rápido.
“Las prácticas que consideramos positivas no siempre nos traen felicidad”
Conclusiones sobre el efecto boomerang de la felicidad
Podemos concluir que el efecto boomerang de la felicidad define esas situaciones cotidianas que deberían proporcionarnos bienestar, pero nos regresan una decepción inesperada.
La idea que refleja este efecto, no trata de plantear que se deba aceptar la infelicidad como una condición que se desencadene de todas nuestras buenas acciones, pero si es un llamado de atención para estar prevenidos a afrontar situaciones que puedan causarnos malestar y dolor emocional.
De tal manera, el debate sobre la felicidad refleja que este es un estado de bienestar psicológico, que nos conduce a estar y sentirse bien con uno mismo y con aquello que nos rodea. Por lo que la búsqueda de la felicidad se convierte en un proceso, en donde tenemos que trabajar aspectos personales como aceptar nuestros errores y aprender de ellos.
Es importante que aceptemos que por más que lo deseemos, no podemos controlar todo lo que nos rodea.
El efecto boomerang es parte de la ley universal de causalidad la cual no contempla la posibilidad que ocurran sucesos al azar, sino que todo ocurre por algo. Clic para tuitear