Neurociencia y Educación: una fusión para la enseñanza de lenguas en el S.XXI

No cabe duda de que la ciencia ha evolucionado notablemente y a un ritmo acelerado en las últimas décadas. Uno de los campos en los que más avances se han realizado ha sido el de la neurociencia, que, a grandes rasgos, implica la investigación del funcionamiento de los procesos cerebrales que intervienen en aspectos como nuestro comportamiento, las interacciones sociales, o la manera en la que adquirimos y almacenamos el conocimiento. Este último aspecto ha derivado en el desarrollo de una rama de investigación específica, la neuroeducación, que pretende servir de puente entre dos disciplinas cuya interacción tiene el potencial no solo de establecer hitos en la manera de enfocar los procesos de enseñanza y aprendizaje en general sino también de aportar una base científica al valor añadido que supone el conocimiento de una segunda lengua y consecuentemente dar impulso a la promoción de programas de educación bilingües y plurilingües en toda Europa. En esta línea, se ha publicado recientemente en Finlandia un estudio – del que hablaremos a continuación – en el que se incide en el valor del aprendizaje de lenguas desde un punto de vista neurocientífico.[1]

El informe subraya el requisito de que la denominada escuela tradicional, donde las asignaturas son tratadas de manera independiente, el aprendizaje de lenguas gira en torno a la repetición de pautas lingüísticas y gramaticales, o en la cual la evaluación se basa en exámenes estandarizados,  vaya perdiendo su lugar en favor de un paradigma educativo que prioriza la internacionalización de contenidos dentro del marco de desarrollo de las competencias globales, y por tanto la necesidad de una adquisición de lenguas extranjeras basada en situaciones experienciales y no en patrones memorísticos. Esto contribuye a lo que la neurociencia denomina aprendizaje significativo, donde el conocimiento se almacena en la memoria a largo plazo.

Además, en el informe cabe destacar tres ideas clave: la primera, que se ha demostrado que existen múltiples beneficios fisiológicos, neurológicos y psicológicos para el cerebro que es capaz de pensar en más de una lengua, y que esos beneficios son constatables desde el mismo inicio del proceso de aprendizaje, o incluso aunque la exposición a la segunda lengua sea limitada. La flexibilidad mental que aporta el poder usar más de una lengua también tiene un impacto en la creatividad.

La segunda idea es que el bilingüismo afecta la capacidad de comunicación interpersonal, es decir, la comunicación con una o más personas, la idea de la necesidad de interacción social para aprender a convivir y a colaborar. Por consiguiente, se puede afirmar que el cerebro bilingüe presenta fortalezas cognitivas que son particularmente apropiadas para desarrollar una de las competencias esenciales del siglo XXI: la comunicación intercultural.

Finalmente, se sugiere que para un aprendizaje y adquisición de lenguas significativos es necesaria la realización de actividades donde el alumno tenga un papel activo a través de tareas relacionadas con el mundo real, que le sean motivadoras y promuevan la colaboración para el desarrollo de conocimiento. El enfoque CLIL incorpora a la interiorización de contenidos esa simbiosis de elementos al abarcar el uso de metodologías que cambian radicalmente la dinámica del aula, y que convierten al estudiante en un agente social a la par que son coherentes con la manera en la que aprende el cerebro.

Tanto desde la comunidad científica como la educativa se están dando pasos hacia el reconocimiento del valor del enfoque CLIL como una herramienta pedagógica que puede dinamizar el estatismo presente en algunos programas educativos mediante la incorporación progresiva de programas bilingües y plurilingües y del empleo de unas metodologías que incorporen una base científica. Tal como afirma Jensen (2010) [2], “la clave está en educar teniendo el cerebro en mente”.

 

Dr. Lola López Navas

Directora del Máster en Educación Bilingüe de la Universidad Internacional de Valencia

[1] https://educlusterfinland.fi/bilingual-advantage/

[2] Jensen, E. (2010). Cerebro y aprendizaje. Madrid, España: Narcea.

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