Las parejas más felices no son las que no discuten, sino las que saben discutir. Las discusiones en el seno de la pareja, surgen ante un conflicto que es interpretado por cada uno de los miembros según sus propias atribuciones y genera un malestar emocional que desencadena la discusión. Diversas investigaciones demuestran que las discusiones de pareja son una parte natural de la misma y son necesarias para resolver los problemas que inevitablemente surgen en toda relación entre personas.
En este artículo vamos a explicarte los diferentes problemas de pareja, como afrontar las discusiones y como evitar las discusiones de pareja constantes.
Tipos de discusiones en la pareja
- Ausencia de discusión. Los conflictos o los diferentes puntos de vista son normales entre las parejas. La ausencia de discusiones puede indicarnos dos cosas: o la pareja no está consolidada y sin importar la conducta no nos genera malestar y no nos duele o que guardemos ese malestar dentro, pudiendo ocasionar rencor.
- Discusiones negativas. Muchas parejas no saben discutir y se generan discusiones negativas. Estas discusiones no están destinadas a solucionar el conflicto y eliminar el malestar. Aparecen reproches y desprecios. No se escucha al otro, solo se piensa en uno mismo.
- Discusiones positivas. Son discusiones basadas en el dialogo y la escucha, con el fin de solucionar el conflicto y llegar a un acuerdo. Son discusiones que nos ayudan a entender al otro y refuerzan la relación.
10 Consejos para resolver las discusiones de pareja constantes
Finalmente te dejamos 10 consejos eficaces para resolver problemas en la pareja
- Averigua lo que subyace detrás del enfado. Indaga tus propios sentimientos y busca la verdadera causa. Por ejemplo: “Estoy enfadado porque mi pareja no me ha llamado en todo el día”, la llamada es lo de menos, detrás de ese enfado aparece un malestar que puede estar desencadeno por interpretarlo como una falta de atenciones.
- Explícale a tu pareja tus emociones, con calma evitando reproches y desprecios. Emplea los mensajes yo: “yo me he sentido….” “yo pensaba que…” en lugar de los mensajes tú: “tú has hecho…..” “tú eres….” “no tienes consideración….”.
- Deja la furia a un lado. Estar furiosos nos hace decir cosas de las que luego nos arrepentimos y elevamos la tensión en la discusión. Si estás muy furioso/a, es mejor dejar un tiempo fuera, salir a dar una vuelta, darse un baño, etc. y retomar la discusión más tarde.
- Escucha al otro con atención y ponte en su lugar. Muchas veces nos cerramos ante los reproches, nos sentimos culpable y reaccionamos intentando justificarnos. Escucha al otro y entiende cómo se siente, puede que tu actitud o conducta esté justificada, pero debemos entender porque ha generado ese malestar.
- Antes de expresarte en la discusión, piensa lo que vas a decir. Es importante que pienses como haces sentir al otro con lo que dices. Una discusión no es una pelea donde uno tiene que vencer y derrotar al otro haciéndole sentir mal. Evita para ello lo personal, y procura hacerle percibir que es importante para ti, alabar a tu pareja en algún momento, emplea las caricias o gestos de aprecio (reconociendo algo bueno que haga o que tenga).
- Ten en cuenta que el objetivo de la discusión es la búsqueda de una solución. La comunicación es la base para la resolución de conflictos. Centrar esa comunicación en vuestras emociones más que en la situación en sí.
- Habla de lo que sientes sin tapujos. La sinceridad es la base de la comunicación, es importante ser capaces de abrir nuestro corazón, aunque sepamos que ciertas cosas pueden molestar e incluso herir a nuestra pareja (en este caso se trata de sincerarnos, aunque la verdad no le guste del todo a la pareja, no es despreciar ni reprochar). Dejar salir todo eso bueno para uno mismo y para la pareja.
- Tener la razón no lo es todo. En una discusión, las dos partes tienen parte de razón y al mismo tiempo ninguna razón. Lo importante es aprender de los errores, resolver juntos el conflicto y llegar a una nueva situación en las que ambos os sintáis a gusto.
- Aunque discutáis dedica tiempo a reconectar emocionalmente con tu pareja. La comunicación es esencial, pero la base de toda relación es la conexión emocional. Aunque halláis discutido ese día, no olvidéis miraros a los ojos, dar un beso a la pareja, dormir abrazados, etc.
- Dar un tiempo al enfado, después de la discusión tendremos un proceso de reajuste psicológico. Mostrar el cariño es bueno, pero deja que el tiempo ayude a este proceso. Olvida el orgullo y aprende a perdonar.
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