La educación de los más pequeños no es una tarea fácil. A la hora de poner límites a los niños y niñas es normal que nos surjan muchas dudas, podemos pensar que poner límites no es la forma adecuada de educar, ya que es importante dejarles ser. Pero tampoco podemos dejarles crecer libremente sin ninguna pauta ni guía.
Se pueden poner límites que guíen el camino de desarrollo
Pensemos por un momento, cuando hemos tenido que hacer un trabajo o recorrer un camino. El trabajo o el camino sin pautas y sin guías se hacen complicados y nos pueden llevar al error y traer importantes consecuencias.
En cambio cuando tenemos unas pautas que guían nuestro trabajo o camino, indicándonos el recorrido pero permitiéndonos al mismo tiempo nuestra libertad, sabemos lo que tenemos que hacer, conocemos dónde queremos llegar y nos facilita el proceso.
Es fundamental poner límites, entendidos como pautas y guías de conductas, a los niños y niñas. Los pequeños tienen que sentirse queridos por sus padres, tienen que tener libertad para ser y ser guiados en su camino. Estos límites no son sinónimo de castigos, de violencia, sanciones o gritos.
Qué aportan los límites en la educación
Es muy importante acompañar a los niños y niñas en su proceso de crecimiento y desarrollo. Esta camino es único y personal, por ello dejarles ser, crecer y desarrollarse respetando su libertad es lo natural y beneficioso para ellos.No debemos confundir el respeto de la libertad con dejarles a solas en este complicado proceso. Debemos acompañar a los niños y niñas y guiar sus pasos. Esta guía servirá para favorecer el crecimiento y el desarrollo. A medida que avancen este camino, las guías, los límites irán desapareciendo porque estarán preparados para transitar el camino sin los mismos.
Los límites por lo tanto son necesarios a la educación, como elementos de guía, aporta beneficios como:
- Seguridad y confianza. Saber por dónde ir les da seguridad porque saben que es el camino adecuado.
- Les permite diferenciar entre diferentes conductas.
- Les aporta los conocimientos que les permite hacer por si solos el trayecto, pero con la seguridad de seguir las pautas apropiadas.
10 Consejos para poner límites a los niños y niñas
- El límite debe ser entendido como una pauta necesaria para que los pequeños sepan lo que se espera de ellos.
- El límite no debe ser entendido como un castigo, sanción o imposición. No debe ser violento, ni sinónimo de gritos.
- El límite ha de ser claro, los límites confusos, confunden a los pequeños.
- Debe ser adecuado a su edad y autonomía. A medida que el niño/a crece los límites irán desapareciendo. Si se han aplicado de forma adecuada poco a poco dejaran de ser necesarios.
- La ausencia de límites es como la ausencia de señales en un camino. Puede hacer que el niño/a se sienta perdido y no sepa por donde continuar. No debemos ser demasiado permisivos.
- Los límites tienen que ser coherentes y constantes. Una indicación tiene que ser coherente y llevarnos donde nos dice, no a otro lugar. Tiene que ser constante, no puede señalar cada día hacia un lado. Es decir tiene que tener sentido y ser aplicado a diario.
- Los límites se crean con trabajo y firmeza. El límite no quiere decir mostrarse enfadado, gritar, o castigar. Explica el límite al niño/a tranquilamente sin gritos y enfados.
- Ten paciencia. El trabajo con los límites es un proceso y puede llevar su tiempo.
- Educar con límites y con amor. Los límites no han de suponer la ausencia de afectos.
- Cumple tú también los límites que pones a los pequeños.