Cuento para niños con TDAH: Un niño muy nervioso

Cuento para niños con TDAH

Cuento para niños con TDAH y para sus compañeros para que comprendan sus dificultades y les ayuden a superarlas. Lectura imprescindible en clase

Cuento para niños con TDAH: Un niño muy nervioso


Daniel era un niño como cualquier otro, pero Daniel era un niño muy nervioso o eso había escuchado decir a los mayores.

Daniel hacía muchos esfuerzos por mantenerse sentado en clase y estar atento a lo que decía el profesor, le ocurría lo mismo en casa. Sin embargo no siempre lo conseguía, porqué a Daniel le costaba mucho estarse quieto, y aún más no distraerse con cualquier cosa.

Los mayores también decían que Daniel hacía las cosas sin pensar. Y ciertamente a Daniel le costaba pararse a pensar antes de hacer las cosas. Los pensamientos pasaban por su cabeza y como no podía pararlos tenían que salir rápidamente, sin que ni siquiera pudiese pensar en ellos.

Los médicos, y los profesores decían que Daniel tenía TDAH, y que era activo, impulsivo y le costaba mantener la atención. Pero Daniel no entendía lo que quería decir eso, Daniel pensaba que era algo malo y se avergonzaba de ello.

Nadie parecía entenderlo, su día a día estaba repleto de dificultades. Daniel no podía parar, para él era prácticamente imposible estar sentado en clase. Y por lo tanto siempre estaba castigado, siempre le reñían. Daniel creía que los demás pensaban que era molesto, que era vago, más torpe e incapaz de hacer las cosas bien.

Además Daniel tenía pocos amigos, por su forma de ser le costaba hacer amigos. No sabía porque, pero los demás no querían estar con él. Daniel estaba muy triste y enfadado con todos, y enfadado con él mismo también porque se sentía incapaz de hacer nada bien.

Así que Daniel muy triste y muy enfadado, empezó a portarse peor. A Daniel ya le daba igual porque le iban a castigar de todos modos, porque nadie le iba a entender de todas las maneras.

Un día llego un nuevo profesor al colegio de Daniel, era un hombre tranquilo y de buen carácter. En poco tiempo conoció a cada uno de sus alumnos, sabía cómo eran y que cosas les preocupaban. Daniel parecía sorprendido ya que el nuevo profesor no parecía enfadarse demasiado con él.

En seguida se notaron los cambios. El nuevo profesor coloco a Daniel en primera fila, para evitar que se distrajera con otras cosas. El nuevo profesor solía pedir a Daniel que le ayudase a repartir folios, a borrar la pizarra, etc. y de este modo Daniel podía estar moviéndose sin molestar, haciendo algo útil. Esto le sorprendió mucho a Daniel ya que nunca había pensado que podía hacer algo útil con su necesidad de moverse.

Pero las cosas no se quedaron en eso. El nuevo profesor tenía una forma especial de dar clase, un día les puso música, otro día les puso una película, etc. Solía pedirles que trabajasen el contenido a su ritmo mientras el supervisaba lo que hacían. Esta forma de aprender se adaptaba mejor a la forma de ser de Daniel.

El profesor hablaba mucho con Daniel y le explico en qué consistía aquello que los mayores decían que tenía. Se lo explico de una forma que él pudo entender. Le dijo que cada persona era diferente, que al igual que algunos eran más altos y otros más bajos, que también había personas con diferentes colores de pelo y que había personas tranquilas y personas nerviosas. Son características de las personas, que no son ni buenas ni malas, ni mejores ni peores. Siguió explicándole, lo importante es que cada uno conozca sus propias características para poder manejarlas, para poder controlar aquello que le puede perjudicar y convertir lo malo en bueno. En lugar de molestar a los demás cuando no puedas parar, intenta hacer otra actividad que no moleste. Le enseñó además como podía mantener la atención, manteniéndose activo, le enseñó cómo controlar sus pensamientos y pensar antes de actuar y le enseño a relajarse.

La vida de Daniel cambio gracias al nuevo profesor, gracias a unos pequeños cambios y mucha comprensión. Daniel dejo de avergonzarse, ahora podía comprenderse.

Comprensión lectora: Cuento para niños con TDAH

A través de la lectura del cuento, los niños y niñas comprenderán que el TDAH, como otros trastornos, no es algo bueno ni malo, es una manera de ser diferente que necesita atención especial. Los niños podrán comprender las dificultades que conlleva el trastorno, entender que no una barrera tan grande y aprender a sacar partido a sus características.ç

FICHA ACTIVIDADES CUENTO: UN NIÑO MUY NERVIOSO

  1. ¿Por qué Daniel era diferente?
  2. ¿Cómo crees que se sentía Daniel?
  3. ¿Por qué crees que le costaba hacer amigos?
  4. ¿Crees que los demás pensaban en cómo se sentía?
  5. ¿Qué cosas hizo el nuevo profesor?
  6. ¿Qué ocurrió con los cambios del nuevo profesor?
  7. ¿Por qué Daniel cambio?
  8. Piensa en alguna ocasión en la que te hayas sentido diferente
    1. ¿Lo entendías?
    2. ¿Qué hiciste?
    3. ¿Cómo te sentías?

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© 2019 ▷ Educa y Aprende ➡➤ [ Cuento para niños con TDAH: Un niño muy nervioso ] Cuentos infantiles cortos por Celia Rodríguez Ruiz | Psicóloga y Pedagoga @educa_aprende

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