Cuento para entender el TDAH. Ina, la niña que no para

entender el TDAH

«Ina, la niña que no para», cuento infantil para entender la importancia de controlar los impulsos y los nervios, cuento para entender el TDAH.

A través de la lectura del cuento, los niños y niñas comprenderán que a veces nuestros impulsos pueden dominarnos e interferir en nuestro funcionamiento diario. También podrán entender como es el día a día de un niño o niña con TDAH, y entenderse a sí mismos si este es su caso. Pero podrán entender que con un poco de esfuerzo y conociéndose a uno mismo, pueden llegar a controlarlo, desarrollando estrategias para ello.

Comenzamos con el cuento…..


Ina la niña que no para: Cuento para entender el TDAH

Ina era una niña delgada, bajita y muy muy inquieta. Casi siempre estaba moviéndose, siempre estaba haciendo cosas, y hablaba mucho y muy deprisa. Ina tenía un gran corazón y muchas buenas ideas, era una niña muy buena y muy lista, pero a veces le costaba hacer amigos porque era muy inquieta.

En el cole le costaba estar sentada en la silla y escuchar al profesor o profesora, aunque lo intentaba no siempre podía controlarse, y tenía que hablar, o moverse, o mirar lo que hacía otro compañero. Cuando tenía un examen, le costaba pensar en el resultado de las preguntas, con solo ver las primeras palabras creía saber la respuesta y tenía que responder. Además a veces se distraía sin saber porque y cuando se daba cuenta no tenía tiempo para terminar los ejercicios o el examen. Y por eso, a pesar de haber estudiado y de saberse las preguntas, Ina no siempre sacaba buenas notas. Los profes no paraban de reñirla, decían que era muy distraída y que nunca hacía caso a lo que le decían.

En casa, la cosa era igual o peor. Ina sacaba todos sus juguetes, jugaba con muchas cosas, a veces tenía muchas ideas a la vez en su cabeza y pasaban muy rápido. Así Ina se movía de un lado a otro, saltaba, corría, lanzaba cosas. Cuando estaba haciendo algo se le ocurría otra cosa que podía hacer. Y como esto era así a Ina se le olvidaban muchas cosas, a veces rompía cosas y también se hacía daño ella o se lo hacía a su hermano pequeño. Siempre la estaban riñendo y pidiéndole que se estuviese quieta y tranquila.

Con sus amigos Ina también tenía problemas, a veces quería contarles muchas cosas a la vez, le costaba escuchar a los demás y también esperar su turno en los juegos. Por eso, aunque no se lo decían muchos niños y niñas no querían jugar con ella.

Además Ina tenía problemas con sus emociones, a veces estaba muy alegre y no podía contenerse, reía a carcajadas, saltaba, bailaba y quería hacer muchas cosas. También le sucedía lo mismo con sus enfados, a veces se enfadaba y gritaba, contestaba, no paraba de moverse y decía cosas de las que luego se arrepentía.

Ina estaba triste y nadie la comprendía, y cada vez le costaba más estar quieta, mantenerse serena y tranquila. Ina sentía que nadie podía entenderla y no sabía qué hacer para que las cosas cambiasen.

Entonces llego un niño nuevo a su clase, Rudi. Rudi en seguida se hizo amigo de Ina. Rudi le explico a Ina un secreto:

  • Yo antes era como tú, y todavía lo sigo siendo. A veces mi cabeza se llena de ideas, a veces me cuesta esperar mi turno, a veces tengo el impulso de moverme y hacer muchas cosas a la vez. Cuando eso ocurre mi cabeza va muy deprisa y no me doy cuenta de lo que hago.

Ina le miraba sorprendida, se sentía tan identificada.

  • Pero, ¿qué has hecho?- ahora no se te ve tan inquieto. –preguntó la niña.
  • Me di cuenta de todo eso, gracias a una persona que me ayudo. Se trata de conocer como reaccionas y aprender a controlarlo. Ahora, cuando tengo impulsos, me quedo quieto, y cierro los ojos si puedo, cuento hasta 20 o 30 y observo lo que ocurre a mí alrededor y así puedo decidir. Al principio tienes que hacer un esfuerzo, pero poco a poco aprendes y lo haces casi sin darte cuenta. Yo puedo ayudarte.

Y de esta manera gracias a su amigo Ruti, Ina aprendió a conocer sus impulsos y aprendió a controlarlos. Al principio le costó bastante esfuerzo, pero poco a poco lo fue logrando.

-FIN-


Actividades del cuento para entender el TDAH

Te dejamos algunas preguntas para realizar ejercicios de comprensión lectora con el cuento «Ina la niña que no para»

Preguntas de comprensión lectora

  1. ¿Por qué crees que Ina era tan inquieta?
  2. ¿Cómo crees que se sentía Ina?
  3. ¿Crees que las demás personas entendían a Ina?
  4. ¿Crees que Ina quería cambiar? ¿Crees que sabía cómo hacerlo?
  5. ¿Por qué crees que otros niños y niñas no querían jugar con Ina?
  6. ¿Por qué crees que siempre la reñían?
  7. ¿Qué le enseñó su amigo Ruti?
  8. ¿Crees que es bueno aprender a controlarnos? ¿Por qué?
  9. Piensa en alguna ocasión en las que hayas sentido un impulso
    1. ¿Lo pudiste?
    2. ¿Qué hiciste?
    3. ¿Te sirvió?
    4. ¿Qué crees que pensaron los demás?

Finalmente os dejamos una infografía resumen sobre el TDAH en niños

Infografia TDAH

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© 2021 Educa y Aprende ▷  Ina, la niña que no para. Cuento para entender el TDAH. Celia Rodríguez Ruiz  | Psicóloga y Pedagoga @educa_aprende ▷ Cuentos infantiles

5 comentarios de “Cuento para entender el TDAH. Ina, la niña que no para

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