SI bien existe una edad en la que los niños aprenden a hablar y es posible que este inicio tengan un comportamiento tartamudo o disfémico, pasada esta edad, se sabe que 7 de cada 1000 personas terminan teniendo esta condición a lo largo de toda su vida. No obstante, el porcentaje en niños pequeños (por lo antes dicho) es más elevado. En consecuencia es necesario que como docentes aprendamos cómo tratar a un niño tartamudo.
En las próximas líneas te vamos a contar los últimos avances y recomendaciones sobre este trastorno de la comunicación.
Tartamudez típica o atípica
Tal como mencionamos más arriba, es importante poder distinguir cuando existe un riesgo de tener un alumno con tartamudez o disfemia y cuando la tartamudez forma parte del ciclo del aprendizaje del habla de forma normal.
A continuación podremos ver algunas características que nos podrán alertar en relación a esto:
Tartamudez típica características
Un niño que tiene una tartamudez típica (con poco riesgo de tartamudez duradera) tendrá estas características:
- Repite frases o palabras enteras. Por ejemplo “No, no no te lo presto” o “Préstame el libro, el libro”.
- Utiliza muchos sonidos de relleno o bien usa muletillas. Por ejemplo: Estemmm, mmmm, ahhhh, ehhh, etc.
- El niño no se encuentra tensionado (facialmente) para hablar sino más bien está relajado.
- No tiene problemas de habla en otros aspectos.
- Al hablar con los familiares del niño, no se encuentran antecedentes familiares de este por tartamudez.
- SI existe algún problema de fluidez verbal (como los arriba descritos) estos no duran más de 6 meses.
Tartamudez Atípica características
Un niño que tiene un problema de tartamudez o disfemia atípico (que corre riesgo de tener mayores posibilidades de ser tartamudo), tendrá estas características:
- Repite sonidos o sílabas. Por ejemplo: “Mira como c-c-come el ave”.
- Realiza una prolongación de sonidos, especialmente al inicio de la oración. Por ejemplo: “Aaaaaa menudo duermo en lo de mi abuela Rosa”
- Tienen muletillas o comportamientos secundarios que se asocian con la dificultad para modular. Por ejemplo: parpadean muchas veces, abren y cierran la boca, etc. Esto lo hacen porque les produce un esfuerzo el hablar.
- Tienen reticencia o negación a hablar, especialmente en público.
- Tienen antecedentes familiares (directos o indirectos) de tartamudez o disfemia.
- El problema de fluidez del habla persiste por más de 6 meses.
7 Consejos para tratar a un niño tartamudo
- Evita decirle “no hables tan rápido”. También evita decir “ten calma” o “relájate”.
- No complete las palabras que intenta decir el niño o la niña. Permite que ellos terminen la frase aunque les cueste hacerlo. Por otro lado, es sabido estadísticamente que los niños tartamudos suelen tener más facilidad para terminar de hablar cuando nadie les interrumpe.
- Haga énfasis en que toda la clase aprenda a escuchar y a hablar en turnos.
- No quite actividades, trabajo o tarea para un niño con tartamudez solo porque es tartamudo. Exíjale de igual modo a éste que a un niño sin este trastorno de la comunicación.
- Hable de manera pausada con el niño con disfemia.
- Haga énfasis en que el niño con disfemia o tartamudo comprenda que usted quiere escuchar el mensaje que él tiene para decir y no el modo como lo está diciendo.
- Hable de la tartamudez del niño con éste. Esto lo puede hacer en privado o bien compartiéndolo con la clase. Respete el modo en que el niño se sienta más cómodo para mantener este tipo de charlas. Es importante que el niño no tema hablar de este tema. Por el contrario debe tomarlo como algo real y un aspecto a mejorar pero no evite hablar de ello.
- Crianza respetuosa
- Importancia de la educacion fisica
- Actividades para trabajar las emociones en secundaria
- Autonomia y responsabilidad en niños
- Periodo critico en desarrollo del niño