En numerosas ocasiones incentivamos a nuestros niños y niñas para que obtengan altas calificaciones, para que se superen a ellos mismos y para que superen a los demás. Al incitar a los niños y niñas en este sentido les estamos haciendo competir contra sí mismos y contra los demás. Competir va en contra del verdadero aprendizaje, éste debe basarse en la adquisición de conceptos y en la creación de aprendizajes y no en ser mejor que otros, ni siquiera en ser mejor que uno mismo.
La competición desnaturaliza y destruye el aprendizaje, la competición es una bomba que arrasa contra el aprender.
Por qué competir va en contra del aprendizaje.
Algunos pueden defender que competir ayuda a superarnos y que por lo tanto la competición puede servir para superarnos en nuestro proceso de aprendizaje. Sin embargo esto está muy lejos de la realidad. Competir va en contra del aprendizaje, veamos porque:
- Competir va en contra del aprendizaje porque desvía la atención del proceso. Los niños y niñas ya no se preocupan por aprender sino por competir y por ser mejor que.
- El aprendizaje es un proceso de desarrollo, de cambio, maduración…es un proceso único y personal, incluso íntimo que tiene lugar en el interior de cada uno. Competir va en contra del aprendizaje ya que limita este proceso, desvía la atención del que aprende y merma el aprender.
- Competir va en contra del aprendizaje porque obtener altas calificaciones no significa que se haya aprendido algo.
- Competir va en contra del aprendizaje, porque competir implica un estado y un clima poco positivo para que se produzcan aprendizajes. El estado emocional no es el apropiado para ello.
Eliminar la competición del aprendizaje.
El deber de los educadores y de las familias, es eliminar la competición del proceso de aprendizaje. Competir va en contra del proceso de aprendizaje y por lo tanto es fundamental eliminar la competición para favorecer el aprendizaje.
Si eliminamos la competición del proceso de aprendizaje le devolvemos a este su sentido natural, le devolvemos su capacidad de cambio y de creación. Al eliminar la competición del aprendizaje centramos de nuevo la atención en el aprender y hacemos al niño responsable y protagonista activo del mismo.
En muchas ocasiones, sin darnos cuenta estamos fomentando ese competir en el proceso, es muy importante reflexionar y prestar más atención para evitar introducir esta variable en el proceso mismo.
Consejos para eliminar la competición del aprendizaje.
- No compares a los niños y niñas entre ellos. La comparación es la base de la competición.
- No etiquetes a los pequeños. El sentirse etiquetados fomenta la competitividad por salir o entrar en una etiqueta determinada.
- Valora su esfuerzo por encima de sus resultados. Si nos centramos solo en los resultados, hacemos que los niños y niñas se centren también solo en este aspecto y fomentamos sin darnos cuenta la competitividad entre ellos.
- En lugar de calificaciones cuantitativas, prueba a emplear calificaciones cualificativas. En el sentido lo has hecho muy bien, has mejorado, tienes que esforzarte un poco más, etc.
- Implica al niño en el proceso de aprendizaje y ayúdale a centrarse en el mismo.
Competir va en contra del aprendizaje, por eso debemos evitar la competición con otros niños Clic para tuitear