Cómo combatir la obesidad infantil

obesidad infantil

Según la OMS, se trata de uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI y su prevalencia aumenta en forma alarmante. En este artículo abordaremos las causas, consecuencias y formas de prevención.

Aunque no existen datos actualizados sobre la obesidad infantil, de acuerdo a las últimas cifras de la OMS, más de 41 millones de niños menores de cinco años en el mundo tienen sobrepeso o son obesos.

Mientras tanto, el Ministerio de Sanidad de España estima que el fenómeno de obesidad en la población infantil y juvenil (2-24 años), se sitúa en el 13,9%, y la de sobrepeso en el 12,4%. Los porcentajes son preocupantes si consideramos además, que se trata de estadísticas del 2007.

Sin embargo, es un problema cuya solución se encuentra en el hogar, cuidando los hábitos alimenticios a través de una dieta equilibrada que contemple las necesidades alimenticias de los más pequeños.


La lucha contra la obesidad comienza en casa

Por mucho que avancen las políticas públicas al respecto, es en el hogar donde el niño realiza mayor número de comidas y, por lo tanto, allí está la clave para evitar la obesidad infantil.

Pero ¿qué es lo que debe incluir una dieta sana para niños? Este sería un buen ejemplo de dieta saludable.
Básicamente se trata de excluir los alimentos ricos en grasas saturadas, ácidos grasos de tipo trans, azúcares libres o sal. Estos componentes suelen esconderse incluso en alimentos que se venden como “saludables” para el público infantil.

De la mano de profesionales en nutrición, podemos elaborar un menú semanal acorde a nuestros tiempos, rutinas y hábitos. Además, podemos echar mano de aplicaciones móviles que escanean los alimentos para indicarnos el nivel de azúcar o sal de los alimentos, si incluyen aditivos y conservantes, etc. Se trata de aplicaciones gratuitas y al alcance de cualquier persona con un Smartphone.


El problema del sedentarismo y su influencia en la obesidad

“El número de niños obesos en nuestro país ha experimentado un aumento preocupante en la última década, provocado por los hábitos alimentarios y sendentarios”, explican desde el Ministerio de Sanidad de España.

En efecto, el sedentarismo es la principal causa de obesidad infantil. Cuanto más tiempo pasan los niños en la televisión, con las tablets o los videojuegos, mayor probabilidades tienen de desarrollar sobrepeso.

Ante todo, debe evitarse un estilo de vida inactivo. El niño debe realizar deportes o caminatas al menos el 20% del tiempo que pasa despierto. Es decir, si se despierta a las 8 y se acuesta a las 9 o 10 de la noche, serán necesarias entre dos y tres horas de actividad física como mínimo.


El rol de los padres

Tal y como mencionamos anteriormente, las dietas saludables y la actividad física regular son los factores más importantes en la lucha contra la obesidad infantil. “Los padres pueden influir en el comportamiento de sus hijos poniendo a su disposición en el hogar bebidas y alimentos saludables y apoyando y alentando la actividad física”, sugieren desde la OMS.

Asimismo, esta organización recomienda que los padres sostengan un estilo de vida saludable, ya que los niños aprenden por observación e imitación.

Para los lactantes y niños pequeños, los expertos en salud indican que la lactancia exclusivamente materna y evitar añadir azúcares y almidones a la leche artificial, son dos formas tempranas de evitar el problema.

“Darles un desayuno saludable antes de acudir a la escuela, darles refrigerios saludables (cereales integrales, hortalizas, frutas), fomentar la ingesta de frutas y hortalizas, reducir la ingesta de alimentos ricos en calorías y pobres en micronutrientes (refrigerios envasados), reducir la ingesta de bebidas azucaradas, reducir la exposición a las prácticas mercadotécnicas (por ejemplo, reducir el tiempo dedicado a ver televisión) y reducir el tiempo de inactividad (televisión, computadora)”, son otros de los valiosos consejos para poner en práctica.


Otras recomendaciones de la OMS

El último conjunto de recomendaciones sobre la promoción de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigido a los niños por la OMS, data del 2010. Sin embargo, no ha perdido vigencia.

Según este documento, los entornos donde se reúnen los niños deben estar libres de toda forma de promoción de alimentos con grasas trans, azúcares y sal. “Dichos entornos incluyen, sin carácter limitativo, guarderías, escuelas, terrenos escolares, centros preescolares, lugares de juego, consultorios y servicios de atención familiar y pediátrica, y durante cualquier actividad deportiva o cultural que se realice en dichos locales”, especifican.


Consecuencias de la obesidad en los niños

Los riesgos de este problema no solo deben medirse en el corto plazo, sino sobre todo con vistas al futuro desarrollo del niño.

“Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares”, aseguran los expertos de la OMS. “El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. Por consiguiente, hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil”, agregan.

En pocas palabras, habrá que reunir información y dedicar tiempo y esfuerzo para equilibrar la dieta y los hábitos de los más pequeños, ya que la obesidad infantil es un problema que empeora con la edad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *