Cómo afecta la violencia a los niños y niñas

Vivimos en un mundo que llamamos civilizado, pero donde desgraciadamente la violencia está presente en múltiples formas y situaciones. Vivimos en una sociedad en la que resulta prácticamente imposible permanecer ajenos a la violencia, siendo los niños y niñas los espectadores y víctimas más vulnerables de la violencia.


La violencia en nuestras sociedades civilizadas

Podemos pensar que vivimos en sociedades pacíficas y civilizadas, que somos afortunados por poder educar a nuestros niños y niñas en un entorno sin conflictos y mantenerles así protegidos de la violencia.

Sin embargo, en éstas, nuestras sociedades civilizadas encontramos un tipo de violencia mucho más peligrosa, que aquella que se manifiesta como tal, en forma de guerra, altercados o ataques. En nuestras sociedades civilizadas la violencia se extiende como una plaga silenciosa en pequeños actos que pasan desapercibidos a nuestra conciencia y nos permiten dormir tranquilos cada noche. Esta violencia es mucho más peligrosa, porque es una violencia tolerada, una violencia aceptada y asumida por todos. Es una violencia que llena nuestro día a día, nuestro modo de funcionar, de relacionarnos e incluso, de educar, dejando una huella profunda en las futuras generaciones.

Entre los actos de violencia sutil podemos señalar:

  • La insensibilidad con la que observamos la violencia ajena. Desde los medios de televisión e incluso en la calle, a menudo observamos imágenes de escenas violentas, en las noticias, películas, deportes, etc. y las asumimos con una pasividad pasmosa.
  • Pequeños actos violentos: miradas, palabras, gestos y actitudes.

La violencia sea del tipo que sea deja una huella en nuestros niños y niñas, es por ello que debemos prestar atención a la violencia y a cómo los más pequeños la interpretan.

¿Cómo afecta la violencia a los niños y las niñas?

  • La violencia que vivimos en nuestras sociedades es asumida como algo normal y natural en los niños y niñas, se acostumbran a vivir y a tolerar la violencia como algo natural.
  • Aprenden por imitación actitudes y formas de relacionarse violentas. Asumen que el poder y el éxito es dominio y el dominio se ejerce con la violencia.
  • Unos se convertirán en víctimas y otros en agresores y muchos serán testigos pasivos.

¿Cómo podemos proteger a nuestros niños y niñas de la violencia?

  • Habla con ellos y escúchales. Es importante saber cómo están interpretando la violencia que observan en la televisión, en la calle etc.
  • Evita una excesiva exposición a una violencia para la que no están preparados. Controla lo que ven en los medios.
  • Explícales sin mentiras cuando te pregunten o vean algo que les impacta. Como imágenes de guerra en las noticias.
  • Edúcales para que condenen la violencia pero también para que vivan sin miedo. No se trata de agachar la cabeza ante la violencia sino enfrentarnos a ella a través del dialogo, de la solidaridad, colaboración y la paz.
  • Edúcales para que respeten las diferencias entre las personas y sean tolerantes con aquellos que no son iguales.

Celia Rodríguez Ruiz

Psicóloga y Pedagoga

@Celia_RodrigRu

Un comentario de “Cómo afecta la violencia a los niños y niñas

  1. Elena dice:

    Sería importante exponer metodos, formas de prevenir y tratar este fenómeno social que cada vez va en aumento, hasta llegar a extorsiones, presión psicologica, maltrato físico y verbal, es alarmante los casos que se dan en nuestros sitios de trabajo, y los más preocupante es el sufrimiento silencioso, por el temor hablar y de que puedan padecer de algo mucho más grave, es por esto que dejó este comentario porque en un Muchas ocasiones nos quedamos cortos a la hora de brindar herramientas que ayuden a los docentes, terapeutas para abordar esta problemática social, de igual manera sugiere que se amplíe el fenómeno del matones en nuestros adolescentes y también en los sitios donde están privados de la libertad, ya que las cifras son alarmantes de los casos que se logran detectar, pero que muchos casos sólo se quedan en tormentoso silencio. Gracias muy interesante el artículo..

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