Del mismo modo que ocurre con los niños más mayores o con las personas adultas, cada bebé tiene sus propios rasgos de personalidad característicos. Aunque la identidad se irá definiendo poco a poco a lo largo de futuras experiencias, desde el nacimiento tenemos ciertos rasgos innatos de temperamento. De este modo algunos bebés serán alegres, otros serán tranquilos y algunos pueden ser muy activos y nerviosos. Los cuidados y crianza del bebé son todo un desafío para el papá y la mamá, y la cosa puede complicarse todavía más cuando nuestro bebé es muy activo y nervioso.
Cómo es el bebé activo
Los bebés no tienen una identidad definida, aún tendrán un largo camino que recorrer para definir su yo y delimitar su identidad. Sin embargo, de manera innata tienen ciertas predisposiciones de comportarse de un modo u otro, tendencias temperamentales que marcan importantes diferencias entre unos bebés y otros. Algunos bebés son muy activos, cuando un bebé es muy activo podemos señalar las siguientes características:
- Son bebés muy sensibles parece que todo les molesta, altera o les hace estar alerta, desde un ruido, algo que llama su atención etc.
- Son bebés que se mueven mucho, cuando les cambiamos, para dormir, cuando están en brazos, de paseo, etc. Ninguna postura parece cómoda.
- Suelen llorar, chillar, balbucear, etc.
- Tocan todo lo que tienen a su alcance, hasta las cosas que pueden ser peligrosas. Los bebés activos son muy curiosos y quieren explorar todo lo que ven. A veces hay que alejar todo de su alcance y cuando lo hacemos el bebé puede ponerse a llorar.
Ser un bebé activo, no es algo ni bueno ni malo, simplemente es parte de su forma de ser, de su tendencia natural de comportarse. No obstante, enfrentarse a la energía inagotable de un bebé activo para los adultos que se ocupan de sus cuidados puede ser un verdadero reto y convertirse en algo realmente agotador.
Consejos para educar al bebé activo
- En primer lugar no pierdas la calma y no te lo tomes como algo personal, o te culpes por ello recuerda que es parte de su forma de ser.
- Trata de mantener unas rutinas fijas, de este modo el organismo se acostumbra y crea hábitos estables. De este modo el bebé está preparado para la comida, para dormir, para el baño, porque su organismo ha creado ese hábito y nos facilitará las cosas.
- Si el bebé es muy activo, evita excitarle más de la cuenta. Recuerda que por su naturaleza tenderá a estar activo y cualquier cosa puede ser motivo para ello. Por eso busca y fomenta las actividades y situaciones relajantes, con poco ruido, sin mucha gente, etc. Y cuando no puedas evitar esas situaciones tómatelo con calma y filosofía, ya que el bebé estará más activo en esos momentos.
- Los bebés activos pueden ser agotadores para una o dos personas, por eso es una buena opción pedir ayuda a otros familiares en algunos momentos.
- Trata de establecer un horario de sueño. Cuando el bebé se despierte, muéstrate cerca pero ayúdale a dormirse de nuevo solo.
- Acéptale como es, evita las etiquetas y las comparaciones.
© 2017 El bebé activo y nervioso. Celia Rodríguez Ruiz Psicóloga y Pedagoga
Síguenos @educa_aprende
Mantener la calma me parece el consejo más importante, un bebé activo puede resultar realmente agotador, pero me temo que poco se puede hacer, excepto marcarle unas rutinas y armarnos de paciencia.