La planificación es un concepto fundamental para el buen desarrollo de la actividad diaria de los ciudadanos, ya se refiera al ámbito profesional o al personal. Escribir las tareas pendientes, apuntar un número de teléfono o recordar las previsiones a largo plazo. La tecnología no ha impedido que el recurso de las agendas personalizadas sea cada vez más común para este tipo de acciones. La proximidad del papel es un factor de alto valor que facilita esta labor y a ello se suma el paso hacia el sistema más tradicional. El resultado es una importancia creciente del uso de las agendas que confirma la necesidad de llevar a cabo una planificación para que no se pierda ningún detalle.
La planificación es una idea que se aplica a todos los conceptos de la vida. Organizamos un viaje, las actividades del próximo fin de semana, la dieta semanal y un sinfín de acciones y momentos que forman parte del día a día de los ciudadanos. En un mundo tan conectado y en el que los frentes abiertos son múltiples en la mayoría de familias, el almacenamiento de toda la información relativa al plan es una sabia decisión que ayudará tanto en el recuerdo como en la futura organización de cada evento. En ese sentido, apuntar en una agenda las reuniones acordadas o las tareas que están por hacer es una buena idea. Cuando recibimos la llamada de nuestro mejor amigo y nos pide concertar una fecha para la próxima cena juntos, entonces podemos acudir a la agenda para recordar cuáles son los días que están libres.
Una correcta planificación, además, ayuda a anticiparse ante los futuros posibles problemas para disponer así de más tiempo en la búsqueda de soluciones. Esto se traduce en unos mayores niveles de eficiencia y productividad, una consecuencia que se puede aplicar tanto al espacio doméstico como al profesional. Tener bien atado el plan supone, además, una ventaja a la hora de cumplir los objetivos propuestos, pues resulta más difícil saltarse algún paso. El rendimiento es, por lo tanto, mucho mayor en aquellas personas que se planificación las tareas en comparación con quienes navegan a la deriva en su toma de decisiones.
Agendas de trabajo
El uso de este material adquiere una importancia capital en el mundo laboral. Las agendas personalizadas están ganando presencia en las oficinas, pues se convierten en el mejor aliado para recordar las reuniones del día y las fechas límites para finalizar los proyectos, entre otros muchos aspectos que forman parte de la habitual actividad semanal en un lugar de trabajo. Quienes quieran salir de la oficina y llevarse la agenda a cualquier sitio, puede optar por un modelo de tamaño bolsillo, que no ocupa sitio en el maletín y tiene una gran utilidad. Cada vez más profesionales prefieren una libreta de estas características para no tener que depender del teléfono móvil, sujeto a condiciones de conexión y cobertura. Una de las ventajas del uso de una agenda es que, a diferencia del Smartphone, ésta se puede prestar a cualquier otra persona, especialmente en una empresa, en la que los compañeros de profesión comparten tareas y objetivos.