Los bebés nacen con una intensa necesidad de succión, esto es algo natural. Está demostrado que a partir del quinto mes de embarazo el feto succiona su dedo pulgar como un acto reflejo. Este es uno de los primeros reflejos del bebé al nacer, que le garantiza la supervivencia. Más adelante succionar se convierte en una actividad que le relaja y consuela, llevarse las cosas a la boca es la manera que tienen los bebés de aprender y descubrir su mundo. Nos preguntamos ¿Es necesario el uso del chupete? Te enseñamos si es conveniente y algunos consejos eficaces para abandonarlo.
¿Es necesario el uso del chupete?
Los bebés necesitan succionar por eso es conveniente cubrir esa necesidad con el uso de chupetes.
En un primer momento, la succión es fundamental para que la madre empiece a producir leche. Los primeros días de vida no es conveniente usar el chupete, ya que la succión debe darse en el pecho materno con el objetivo de estimular la producción de leche. En este sentido la succión cumple una función nutritiva, necesaria para su supervivencia. Si en lugar de succionar el pecho, el bebé succiona un chupete puede interferir en la lactancia. Cuando la lactancia se desarrolle de forma adecuada podemos emplear el chupete.
En los casos en los que se permite lactancia libre al bebé, puede que éste no lo acepte. Es bueno establecer horarios de alimentación y de sueño desde un primer momento, en este sentido es bueno emplear el chupete para calmar al bebé y reducir la lactancia libre.
Cómo debe ser el uso del chupete
- El chupete calma la necesidad de succionar de los bebés, por lo tanto emplearlo para contribuir a su consuelo y relajación tiene importantes beneficios.
- Úsalo con moderación. No lo uses para callarle, ni ponérselo de continuo. Es bueno que los bebés tengan la boca libre para poder experimentar con ella.
- Sustituye al pecho y debería acompañarse de contacto físico, tal y como ocurre en los momentos de lactancia. La mirada es fundamental y no descuidar la conexión física y emocional.
- Deja que lo usen, ya que cumple una función de succión emocional, y poco a poco llegado el momento trabajar para que lo abandone.
Adiós al chupete. 10 Pautas para abandonar el chupete
Alrededor de los dos años de edad es conveniente que los niños y niñas dejen el chupete. A medida que el niño/a crece, la necesidad de chupar va desapareciendo sola, busca alternativas para consolarse, un peluche, los padres. Si cumplidos los tres años no abandona el chupete, puede llegar a deformar el paladar o provocar deformaciones en los dientes. Pero el proceso de dejar el chupete no es fácil para el niño/a pues tiene que despedirse de algo querido para él, y por tanto, implica que debe hacer un duelo.
- Negocia con él para que lo deje de forma gradual, poco a poco sin presiones. No le obligues a dejarlo de forma drástica.
- No te obsesiones, hazlo de forma natural. El niño se da cuenta de todo si percibe preocupación familiar por el tema, puede mostrarse más reacio.
- Déjalo gradualmente. Empieza dándoselo solo por la noche, en momentos de crisis, etc.
- Aprovecha situaciones de cambio, como dormir fuera para ir quitando el chupete en determinados momentos.
- No seas drástico, no lo elimines de la noche a la mañana, esto puede crear un trauma y aumentar la necesidad.
- Es importante conseguir la colaboración del pequeño, para ello, llega acuerdos con él. Por ejemplo lo dejamos en un lugar y solo lo reclamara cuando lo necesite.
- No te impacientes.
- Negocia con el bebé una fecha para dejarlo. Su cumpleaños, unas vacaciones, etc.
- Proponle un regalo o refuerzo para cuando se abandone el chupete.
- Prémiale, a medida que vaya usando menos el chupete, con besos, abrazos y elogios.
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