Las actividades sensoriales y de conocimiento corporal favorecen para que los niños construyan una imagen de sí mismos. Es decir, gracias a la estimulación sensorial y motriz los niños podrán reconocer sensaciones y sentimientos favoreciendo procesos mentales para que los pequeños adquieran una imagen integral propia.
Beneficios de la estimulación sensomotriz en los niños de inicial
Existen tres áreas de interés en relación a la estimulación con actividades psicomotrices para niños de 3 a 5 años.
A nivel motor
Este nivel no solo favorece para que el niño tenga control de su propio cuerpo, sino que también adquiera conciencia de su esquema corporal tomando noción y percibiendo su propio cuerpo. Por otra parte, estimulando esta área los niños podrán aprender y controlar movimientos de lateralidad, así como también controlar su postura y percibir su propia ubicación en espacio – tiempo.
A nivel sensorial – cognitivo
En este nivel, la estimulación sensorial y corporal permite crear hábitos para el aprendizaje formal (escolar). También ayuda a que los niños discriminen las distintas cualidades de los objetos dándoles diferentes usos.
Adicionalmente, permite que los niños introduzcan nociones espaciales como abajo-arriba, derecha-izquierda, adentro-afuera, etc.
Por último, favorece a que los pequeños incorporen las diferencias de color, tamaño, peso, volumen de los objetos al tener interacción con estos.
A nivel socio-afectivo
Estas actividades y su correcta estimulación favorece a que canalicen sus sentimientos y puedan expresarlos de una forma adecuada, beneficiando su equilibrio afectivo – emocional.
Por otra parte, permiten que los niños se introduzcan en los juegos grupales, pudiendo comprender las reglas, los turnos y la necesidad de colaboración de cada uno para los mismos.
En este nivel, los niños logran el autoconocimiento y los límites propios, por lo que podrán reconocer su temperamento, forjar su propia personalidad y auto descubrirse en situaciones límites.
10 Actividades sensoriales y de conocimiento corporal para niños de inicial
A continuación, veremos actividades y juegos sensoriales para poder estimular estas tres áreas en niños de 3, 4 y 5 años. También las mismas se pueden adaptar para niños mayores.
El juego de los escultores
Para llevar a cabo este juego no es necesario ningún tipo de material. Se divide a los niños en parejas. Uno de ellos será el escultor mientras que el otro tomará el papel de la escultura. La misma puede ser de mármol, de piedra o de madera.
La actividad consiste en que el escultor deberá mover las diferentes partes del cuerpo de su compañero para poder formar una escultura inmóvil.
Una vez finalizada la escultura, el docente o coordinador podrá pedir el cambio de roles.
También se puede utilizar vestimentas, flores o cualquier tipo de objeto para que sostenga dicha escultura.
A continuación el docente coordinador o algún alumno designado previamente pasarán por cada escultura intentando que la misma se mueva pero sin tocarla. Es decir, intentará mediante muecas y chistes que la escultura recién finalizada sonría y/o pierde el equilibrio.
Si las esculturas se mueven, la pareja queda descalificada. Si por el contrario la escultura permanece inmóvil, la pareja gana 10 puntos y continúa en el juego.
Gana aquella pareja que logre vencer cada obstáculo y permanecer dentro del juego hasta el final.
Con esta actividad se fomenta el equilibrio y la lateralidad, la coordinación óculo-manual, así como también el trabajo en equipo.
La carrera de las orugas
Para realizar esta actividad tampoco se necesitarán ningún material.
Se divide a los niños en dos o en tres equipos y se les pide que forme una fila colocándose uno detrás del otro. De este modo, para comenzar el juego, se tendrán tres filas o equipos de niños.
Tras la señal de la docente o coordinador, los niños deberán colocar sus manos en los hombros del compañero de adelante. Adicionalmente, deberán caminar subiendo y bajando simulando los movimientos de una oruga.
Variante
También se les puede pedir a los niños que realicen esta misma actividad sentados intentando arrastrarse, pero siempre colocando las manos en el hombro del compañero de adelante evitando soltarse. El equipo que primero llegue a la línea de meta, ganará la carrera.
Con este juego se estimula los movimientos coordinados brazo – mano y el trabajo en equipo.
El juego del zapato
Otra de las actividades sensoriales que te presentamos es el juego del zapato. Para este juego será necesario un pañuelo para cubrir los ojos de los niños por tanto, necesitaremos tantos pañuelos como niños vayan a jugar. También será necesario colocar música para lo que se puede utilizar en algún dispositivo electrónico.
Los niños se colocan sentados formando un círculo. Luego, la docente o coordinadora le pide a uno de los niños que se quite uno de sus zapatos. Todos los niños tendrán los ojos vendados. El niño con el zapato en la mano comienza a pasarlo hacia el lado de su derecha. La música comienza también a escucharse hasta que la docente o coordinadora detengan la canción. En tal caso el niño que tenga el zapato en ese momento en la mano deberá dejar ese zapato frente a sí mismo y sacarse uno de sus propios zapatos para comenzar a girarlo también hacia la derecha.
Cuando uno de los niños se quite ambos zapatos, este deberá dejar la ronda y quedará fuera del juego. Gana el juego el último niño que haya permanecido al menos con un zapato puesto.
Variante
A continuación, se pueden mezclar todos los zapatos y pedirles a los niños que, con los ojos vendados, reconozcan sus zapatos hasta encontrar el par que les corresponda y se los pongan. Aquel niño que sin mirar haya logrado hallar su par de zapatos y colocarlo, habrá ganado el juego.
Con este juego los niños estimulan la discriminación táctil, la lateralidad, fomentan la percepción, discriminación auditiva y el movimiento oído- mano.
El juego de las burbujas
Para esta actividad o juego sensorial solamente será necesaria la utilización de música funcional y un espacio amplio para que los niños puedan moverse.
Se divide a los niños en parejas explicándoles que, a partir de ese momento, ellos forman una burbuja.
La docente o coordinador coloca música funcional y mientras ésta se escuche, cada pareja de niños deberá comenzar a girar tomándose de las manos con su compañero. El objetivo en esta parte del juego es que ninguna de las burbujas se toque con las otras, ya que en este momento las burbujas son pequeñas y podrían romperse.
Cuando la docente detenga la música, ambos niños deberán dejar de girar pero no soltarse de las manos.
Cuando la docente diga «burbujas más grandes«, cada pareja de niños deberá chocar con otra pareja para formar una burbuja de cuatro integrantes que continuará girando.
El juego se repite hasta que los niños forman una única burbuja con todos los integrantes.
Luego de esto, y en un momento dado, la docente dirá «¡burbuja que explota!», momento en el que todos los niños se soltarán de las manos y caerán hacia atrás derrumbándose.
Con este juego se fomenta el trabajo en equipo, la escucha activa y la coordinación de movimientos corporales.
El juego de los muñecos mágicos
Dentro de las actividades sensoriales el juego de los muñecos mágicos es una de las más divertidas. Para este juego se necesitará únicamente de papeles con acciones escritas. Por ejemplo, las acciones pueden ser:
- Llorar
- Reír
- Cantar
- Bailar
Se divide a los niños en dos equipos de los cuales uno será el equipo de los muñecos y el otro será el equipo de los compradores de muñecos. Cada uno de los muñecos deberá realizar una acción. Para ello la docente previamente deberá entregar uno de los papelitos con la acción indicada.
Los muñecos, con sus respectivos papeles, y sin que el resto los pueda mirar, se colocan formando una línea horizontal frente al salón. El resto de los compradores se quedan sentados en sus asientos.
Uno a uno los muñecos deberán realizar la acción que le ha tocado. Aquel niño comprador que adivine cuál es la acción que le corresponde a ese muñeco, ser acreedor del mismo. Es decir, que ese niño comprador y el muñeco formarán de ahora en más una pareja.
El juego permite que luego se realicen cambio de roles. También es una buena actividad para que los niños se conozcan más.
Con esta actividad se puede estimular el movimiento corporal, el respeto por los turnos y las reglas, el equilibrio y la coordinación brazos – piernas, óculo-corporal o auditivo corporal.
El mago
Para esta actividad únicamente será necesaria la utilización de una varita que se puede realizar con una rama.
Se designa a un niño quién tendrá la varita y será el mago. El resto de los niños se encuentran esparcidos en el patio de la escuela o en un lugar amplio.
Cuando el mago levante la varita, todos los niños quedarán encantados, por lo cual deberán realizar todas las acciones que el mago les indique. Por ejemplo, puede pedirles que levanten ambos brazos, que se agachen, que caminen, que giren en círculos, que se sienten, etcétera.
Cuando el mago baje la varita, los niños quedarán desencantados, momento en el cual podrán realizar los movimientos que ellos mismos consideren.
A continuación, el mago empezará a correr a algunos de los niños para hacerlos sus ayudantes y el resto de los niños deberá huir de dicho mago. Los últimos cinco niños que no logren ser capturados por los ayudantes o por el mago, ganan el juego.
Con la actividad se estimula el movimiento corporal motor grueso, la atención selectiva y la escucha activa.
El juego del huevo
Otra de las actividades sensoriales es el juego del huevo. Para poder jugar a este juego será necesario una pelota pequeña del tamaño de un huevo por cada dos niños.
Se divide los niños en parejas y se los coloca a una distancia de aproximadamente dos o tres metros uno del otro. Uno de los niños tendrá en su poder el huevo o pelota e intentará lanzárselo a su compañero sin que la pelota toque el suelo.
Una vez que su compañero recibe este huevo, deberá alejarse dando un paso hacia atrás y lanzará nuevamente la pelota-huevo a su compañero. Al recibirla su compañero deberá alejarse un paso hacia atrás.
Es importante que en ningún momento la pelota toque el suelo ya que si esto sucede la pareja queda descalificada.
Gana la última pareja que haya conseguido que la pelota-huevo no toque el suelo.
Con este juego se estimula la coordinación ojos- brazos, se fomenta la práctica de las diferentes distancias y pesos y el trabajo en equipo.
Haz lo que yo digo, no lo que yo hago
Para realizar esta actividad no es necesario ningún material.
El docente o coordinador se coloca en el centro de un círculo formado por los niños que se encuentran de pie.
Luego les explicará que el juego consiste en que ellos deberán imitar aquello que el docente dice, pero no aquello que el docente hace. para lo cual los niños deberán estar atentos y escuchar con detalle todo aquello que el docente indique.
El docente debe decir, por ejemplo: “sean como enanos” para lo cual todos los niños deberán agacharse y caminar.
Mientras el docente dice esto, puede realizar otro movimiento para confundir a los estudiantes. Por ejemplo: podría realizar movimientos como si estuviese nadando o volando.
Transcurridos unos minutos, el coordinador o docente deberá cambiar de consigna.
Aquel niño o niños que confundiéndose adoptan las posturas que realiza el docente y no responden a la consigna de escuchar lo que el docente está pidiendo con palabras, quedan fuera del juego.
Este juego es ideal para desarrollar la atención selectiva, la coordinación cuerpo – oído y la velocidad de respuesta.
El juego del automóvil
El juego del automóvil es otra de estos juegos y actividades sensoriales para niños que podemos trabajar en el aula o en casa. Para poder hacer este juego tampoco será necesario ningún tipo de material a excepción de un espacio amplio en el que los niños se puedan mover.
Cada niño será un automóvil y deberá encontrar dentro del espacio de la escuela un sitio que será su estacionamiento o garaje. Adicionalmente, se colocará a un inspector de tránsito que será un niño determinado por la docente o coordinador previamente. También este rol podría cumplirlo la misma docente.
Al iniciar el juego, dicho personaje se encontrará en el centro del patio escolar o espacio donde se lleve a cabo el juego.
Tras la orden del agente de tránsito, los automóviles saldrán de su garaje y se dirigirán hacia diferentes puntos evitando chocar con otro automóvil. Si uno de los niños choca con otro niño ambos quedan fuera del juego. Adicionalmente, el agente de tránsito también deberá indicar con sus manos si desea que los automóviles vayan hacia la derecha, hacia la izquierda, que den una vuelta en círculo, etcétera.
Por último, y cuando el agente de tránsito lo indique, dará la señal para que los automóviles regresen a sus estacionamientos. Aquel niño que llegue último al garaje también quedará fuera del juego.
Es importante que cada automóvil pueda salir de su estacionamiento y dirigirse lejos al menos entre 5 y 6 metros. Esto ayudará a que los niños puedan moverse con libertad y no estar pendientes únicamente de la señal del agente de tránsito para que regresen a sus propios estacionamientos y no perder el juego.
Variante
El juego también se puede realizar dividiendo a los niños en equipo de 4 personas. Cada niño será una rueda del auto, por lo cual deberán coordinar para que el auto no se desarme y seguir las indicaciones del agente de tránsito.
Con este juego se estimula la coordinación corporal, la lateralidad y la escucha selectiva.
El juego de la gallina en el corral
Para realizar este juego no es necesario ningún tipo de material, excepto por la necesidad de poseer un espacio amplio como un patio para que los niños puedan moverse.
El juego se puede llevar a cabo en el momento en el cual se debe dividir a los niños en equipos.
Se divide a los niños en dos grupos: uno de ellos conformarán lo que se llama “el corral” para lo cual deberán escoger a 3 o 4 compañeros para formar el mismo. De este modo, la mitad del aula estará conformado por corrales y la otra mitad pasará a ser lo que son las gallinas.
Los niños que son gallinas deberán esparcirse en el patio escolar evitando ser capturados por el corral. Cada equipo corral deberá capturar una gallina, conformando así un equipo de entre 4 y 5 niños.
En este juego no hay ni ganadores ni perdedores. Con el mismo es posible estimular la coordinación motora gruesa y los movimientos corporales en grupo.
Las tortugas y los cangrejos
La última de las actividades sensoriales es «Las tortugas y los cangrejos». Para este juego será necesario una pelota de tela. Adicionalmente, será preciso realizar alguna actividad para precalentar los músculos de los niños.
Se colocan los niños en un espacio amplio en los extremos del patio. Se ubica la pelota en el centro del mismo y, tras la orden de la coordinadora, deberán los niños imitar aquello que se les pida; cuando la docente diga «tortugas» los niños deberán colocarse en 4 pies y avanzar a paso lento. Cuando la docente indique «cangrejos» ellos deberán girar y colocarse caminando a la inversa, tal como lo hace un cangrejo. Gana el cangrejo o la tortuga que logre primero tocar la pelota de tela.
Con este juego se está fomentando la escucha selectiva, la atención constante, la coordinación corporal, la motricidad gruesa y la discriminación táctil.
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