Actividades para favorecer la actividad autónoma y el juego libre .- Como padres sabemos que los niños (desde el momento que nacen) buscan actividades autónomas (por eso exploran todo lo que encuentran). Por tal razón, a partir de los 2 y ½ años, los niños tenderán a querer hacer pequeñas cosas ellos mismos. Sin embargo, en muchos casos, la autonomía de un niño se ve influenciada en parte de la crianza que reciba por parte de sus padres o adultos responsables.
En otras palabras, si los padres son miedosos o inseguros, es posible que los niños no crezcan con la autonomía suficiente y confianza en sí mismos.
6 Beneficios que estimulan el comportamiento autónomo y el juego libre
- Formar niños que sean capaces de discernir por ellos mismos aspectos que le rodean pudiendo tener un juicio crítico en relación a algún tema y decidir qué es aquello que desea hacer y qué no.
- Facilidad para la toma de decisiones y el
- Favorecer y respetar la diversidad cultural.
- Fomentar la conciencia de sí mismo y de su entorno.
- Promueve un buen estado de salud integral en cada niño.
- Formar personas capaces de anticiparse y planificar ante situaciones adversas (tolerancia a la frustración).
3 Comportamientos cotidianos que favorecen la actividad autónoma y el juego libre en los niños
Las actividades que se proponen a continuación se pueden llevar a cabo en niños desde los 2 años en adelante. Lo que se proponen son ideas para actividades pudiendo adaptar las mismas a los gustos y preferencias de cada niño en particular.
La diferenciación de fines y medios
Finalidad de la actividad: poder desarrollar estrategias cognitivas en los niños, fomentar la atención y concentración y afirmar su Yo.
Cada niño sabe ya desde los 2 años en adelante que, si desea alcanzar (por ejemplo) un juguete que se encuentra sobre una mesa pero no logra alcanzarlo, debe buscar algún objeto que le acerque a este. Por ejemplo, si el juguete es un auto y éste posee una cuerda podría tirar de esta para poder alcanzar el mismo.
En consecuencia, el adulto debe ser un mediador para que los pequeños logren sus objetivos sin riesgo alguno. De este modo, el adulto podría tener que intervenir de manera directa o indirectamente.
En otras palabras, el adulto facilita los recursos para que los niños logren el fin que desean, pero no son estos quienes le proporcionan el juguete u objeto de manera directa, sino que les ayudan para que, gracias a un medio, los niños puedan alcanzar el objeto o juguete deseado.
Otros ejemplos podrían ser proporcionarle algún utensilio cuando desee comer algo o alcanzarles lápices y papeles para que exprese lo que desea hacer.
En esta actividad es importante que los adultos:
- Establezcan límites claros
- Se encuentren serenos a la hora de intervenir en la actividad.
- Hablar con claridad y utilizando palabras o frases cortas.
- No intervenir, excepto en caso de peligro o riesgo para el niño. De este modo se podrá estimular el juego libre en ellos, fomentando su capacidad creativa e inventiva. En este sentido, es importante que los juegos o actividades que se provean no sean muy estructuradas, dándole la posibilidad al niño de crear un juego propio. Por ejemplo, una caja puede ser usada como un barco, un avión o para trasladar otros objetos. Por tanto, sugerimos no utilizar juegos reglados o semi-reglados.
Explorar el espacio que le rodea
Finalidad de la actividad: fomentar el equilibrio, la exploración y estimular el desarrollo social.
Un niño de dos años en adelante será curioso por naturaleza y querrá explorar todo aquello que se le presente. Por ejemplo; explorar en una plaza o parque, subir en los juegos de plaza, jugar con otros niños, patear una pelota, etc.
Por tanto la tarea del adulto es estimular su confianza midiendo los riesgos que puede haber a su alrededor. De este modo, los niños adquieren confianza y seguridad en sí mismos. Por otra parte, también debemos acompañarles en caso de presentarse angustia, miedo o peligro a algo. En este caso, se debe acompañar al niño desde la palabra pero también desde la cercanía física, para darle seguridad a él/ella en la figura adulta de cuidado hacia el pequeño.
En este caso, se debe evitar una actitud sobreprotectora de los padres puesto que esa actitud solo fomentaría miedo y la inseguridad propia.
Por otra parte, tampoco es conveniente que el adulto le recuerde constantemente al niño que “tenga cuidado” ya que esto se traduce en un sentimiento de culpa para el niño por algo que aún no ha sucedido (caerse, tropezarse, lastimarse).
Comer alimentos con sus propias manos o utensilios
Finalidad de la actividad: estimula la conciencia de sí, el equilibrio, la exploración, la reciprocidad, libertad, pensamiento lógico – matemático y desarrollo motor.
A partir de esta edad, es posible estimular a los niños a que coman sus propios alimentos sin necesidad de asistirlos o darles en la boca. En principio los pequeños sujetarán el vaso para beber agua o leche con sus propias manos. Posteriormente lo podrán hacer con un plato de comida.
En estos casos las sugerencias para aumentar la autonomía de los niños son las siguientes:
- Colocar poco líquido en el vaso antes de darle el mismo al niño. Es preferible elegir un vaso trasparente y de plástico. De este modo, el niño no tendrá riesgo si éste se cae. Por otra parte, podrá saber cuándo se ha terminado el líquido en su vaso.
- Cortar en pequeños trozos la comida antes de facilitarle el plato.
- Regular la temperatura de la comida para evitar accidentes.
- Sentarlo en una silla donde el pequeño se sienta autónomo. Es mejor evitar las sillas para bebés que le impiden moverse. El adulto deberá sentarse en otra silla a su lado para ayudarle en caso de ser necesario.
4 Actividades que favorecen la actividad autónoma
Pedirles ayuda en algún quehacer doméstico
Siempre que éste se adapte a su edad. Sin embargo, desde los 2 – 3 años los niños pueden colaborar en pequeñas actividades. Por ejemplo; llevar su pañal descartable y sucio al bote de la basura, lavarse las manos solos, colocar las servilletas sobre la mesa cuando van a cenar o almorzar, devolver su vaso (plástico) una vez que finalizaron de beber agua o tomar leche, guardar sus juguetes, etc.
Cocinar en familia
Esta actividad encanta a los pequeños pues es una de las cosas que les proporciona la sensación de sentirse útiles frente a los adultos. Permíteles que coloquen algún ingrediente dentro de un recipiente y que mezclen con cuidado (por ejemplo, colocar harina dentro de un bol y mezclarlo con agua, en caso de hacer una masa para pizza).
Ir al supermercado
Los niños suelen sentirse muy a gusto cuando alrededor de los 4 – 5 años ya les permiten acompañar a sus padres a realizar las compras del hogar y asignarles una pequeña tarea. Puedes sugerirle lo siguiente antes de salir de la casa: “Creo que debemos comprar yogurt para ti, así que recuérdamelo cuando estemos allí, por favor”.
Al darle una asignación, los niños estarán pendientes de esta con el objetivo de colaborar en las compras.
Deja que escoja el tipo de ropa que desee ponerse
A la edad de 3 – 4 años los niños ya son capaces de reconocer con qué prendas se sienten más a gusto o desean usar. Coloca 2 o 3 opciones de remeras y pregúntale al pequeño “cuál desea usar hoy”.
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